
En un despliegue de talento, disciplina y pasión, los atletas Gianpiero Cavallotti Villalobos y José Fabricio Cambronero Rojas, provenientes de La Unión, Costa Rica, lograron alzarse con la medalla de bronce en el XXIII Torneo Internacional Giraldilla 2025, celebrado en La Habana, Cuba. Este evento, que reunió a los mejores jugadores panamericanos de países como Canadá, Estados Unidos, México, Guatemala, República Dominicana y el anfitrión Cuba, se llevó a cabo del 12 al 16 de marzo, y dejó en alto el nombre de Costa Rica en la disciplina del bádminton.

Este triunfo no es solo un logro deportivo, sino un testimonio de perseverancia y dedicación. Para Gianpiero y José, el bádminton no es solo un deporte, es un estilo de vida que exige sacrificios, pero que también ofrece recompensas inigualables. Su medalla de bronce en dobles masculinos es un reflejo de años de entrenamiento, viajes, caídas y levantadas, y sobre todo, de una mentalidad inquebrantable.

José Fabricio Cambronero Rojas: Un joven con un futuro prometedor
Con solo 15 años, José Fabricio Cambronero Rojas ya es un referente en el bádminton costarricense. Este joven, que cursa el décimo año en el Colegio Victoria Concepción reside en de San Diego, La Unión, ha participado en tres Panamericanos Menores, un Panamericano Mayor, y ha obtenido medallas en torneos como el Future Series. Además, ha competido en el Campeonato Iberoamericano en categorías juveniles y, desde hace un año, juega en la máxima categoría de Costa Rica, conocida como Avanzados.
José representa a una generación de jóvenes que no temen soñar en grande. Su historia es un llamado a todos los deportistas a creer en sus capacidades y a trabajar incansablemente por sus metas. «El bádminton me ha enseñado que, con esfuerzo y disciplina, no hay límites», asegura José, quien combina sus estudios con su pasión por este deporte.

Gianpiero Cavallotti Villalobos: Un deportista con miras a los Juegos Olímpicos 2028
Por su parte, Gianpiero Cavallotti Villalobos, de 27 años, es un ejemplo de constancia y evolución. Originario de Tres Ríos, La Unión, Gianpiero comenzó a jugar bádminton a los 12 años, inspirado por su tío. Desde entonces, este deporte lo ha llevado a competir en países como Malasia, España, México, Estados Unidos y Perú, entre otros.
Su experiencia en torneos internacionales y su medalla de bronce en el Future Series, junto a José Cambronero, son solo una muestra de su talento.
Gianpiero no solo es un atleta de alto rendimiento, sino también un estudiante de Psicología en la Universidad de Costa Rica y entrenador jefe en dos clubes de bádminton. Su meta clara es clasificar a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, un sueño que requiere de una disciplina férrea y un equilibrio entre el deporte, los estudios y la vida personal. «Lo más difícil es mantener la disciplina y el control, pero cada sacrificio vale la pena cuando ves los resultados», afirma Gianpiero.
Un mensaje de motivación para todos los deportistas

El éxito de Gianpiero y José en La Habana no es solo un logro personal, sino una inspiración para todos aquellos que buscan alcanzar sus sueños en el mundo del deporte. Su historia nos recuerda que el camino hacia la excelencia está lleno de desafíos, pero que con pasión, dedicación y una mentalidad ganadora, cualquier meta es posible.
Para los jóvenes que desean incursionar en el bádminton o en cualquier otro deporte, el mensaje de Gianpiero es claro: «No importa si el deporte no es popular en tu país. Si te apasiona, dale tu mejor esfuerzo. El bádminton es un deporte increíble que te permite competir a nivel internacional y vivir experiencias únicas».
El bádminton: Un deporte que une y transforma

El bádminton, con sus raíces en la historia y su presencia en los Juegos Olímpicos desde 1992, es un deporte que combina velocidad, estrategia y precisión. Para Gianpiero y José, este deporte no solo ha sido una plataforma para competir, sino también una herramienta para crecer como personas y representar a su país en el escenario internacional.
El triunfo de estos dos atletas en La Habana es un recordatorio de que, con esfuerzo y determinación, los sueños se pueden convertir en realidad. Su medalla de bronce no es solo un reconocimiento a su talento, sino un símbolo de que, en el deporte y en la vida, nunca hay que rendirse.
¡Felicidades, Gianpiero y José! Su historia es un ejemplo para todos los deportistas que buscan dejar huella en el mundo. El camino no es fácil, pero con pasión y perseverancia, el éxito está al alcance de todos. ¡Sigamos inspirando y construyendo un futuro lleno de triunfos! 🏸🇨🇷