- El pilarico aseguró un bronce histórico para Costa Rica en los Juegos Deportivos Centroamericanos de Guatemala y ya mira hacia Malasia.
Con raquetas en alto y el orgullo de un cantón sobre sus hombros, Gianpiero Cavallotti Villalobos escribió su nombre con letras de bronce en la historia del bádminton costarricense. En la bulliciosa cancha de los Juegos Deportivos Centroamericanos, el joven de 28 años, vecino de Tres Ríos, La Unión, demostró que la tenacidad y el talento local pueden brillar en el escenario regional.
La justa congregó a los mejores deportistas de Guatemala, Panamá, El Salvador, Honduras y Costa Rica, fue testigo de la solidez del equipo ‘tico’, que regresó a casa con dos medallas de bronce, teniendo a Cavallotti como un pilar fundamental en ambas hazañas.
El metal bronceado llegó primero en la modalidad de dobles masculinos, donde Gianpiero formó una sólida sociedad con Ethan Jiménez. Su compenetración y juego táctico les permitió superar rivales complejos y subir al podio, colgándose las medallas que certificaban su lugar entre los tres mejores del área.
Pero el festín unionense no terminó ahí. Cavallotti no solo compitió, sino que fue parte integral del éxito colectivo. La segunda presea para la delegación costarricense llegó en los dobles mixtos, donde la dupla de Ethan Jiménez y Alison Jiménez también se alzó con el bronce, completando un desempeño destacable para el pequeño, pero gallardo, equipo nacional.
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Para un deportista de alto rendimiento, la conquista no es un punto final, sino un escalón más. Y Gianpiero Cavallotti lo sabe mejor que nadie. Mientras guarda con cariño la medalla guatemalteca, sus ojos están puestos en un horizonte más ambicioso.
«Lo que viene para mí ahora son torneos nacionales, pero con un objetivo claro: recaudar fondos para un campamento de alto nivel en Malasia. Necesitamos esa experiencia fuera del continente, enfrentarnos a otras técnicas y potenciar nuestro juego. Es un salto necesario si queremos competir de igual a igual en los próximos desafíos», explicó el atleta.
Ese plan de entrenamiento en Asia no es un capricho, sino la piedra angular de un proyecto deportivo de mayor envergadura. Su meta tangible e inmediata son los Juegos Centroamericanos y del Caribe de República Dominicana el próximo año, donde Cavallotti aspira a no solo participar, sino a mejorar su rendimiento.
La historia de Gianpiero Cavallotti es, por ahora, la de un medallista centroamericano que lleva el nombre de La Unión a lo más alto del podio. Pero promete ser, muy pronto, la de un pionero que cruzó océanos para elevar el nivel del bádminton nacional.