
Tres Ríos vibra de orgullo. Una vez más, las guerreras de la Escuela Central de Tres Ríos alzaron sus brazos al cielo, gritaron con el alma y escribieron otra página dorada en la historia del deporte estudiantil. ¡Campeonas otra vez! Con coraje, talento y una pasión que incendió cada metro del Estadio Chorotega, el equipo femenino logró lo imposible: revalidar su corona en los Juegos Deportivos Estudiantiles y confirmar que su reinado no fue casualidad.
Fue una semana de batallas, del 16 al 21 de junio, donde las chicas demostraron que el fútbol no es solo un juego, sino un sueño tejido con esfuerzo y corazón. En la final nacional de la categoría B, frente a rivales aguerridas de todo el país, las muchachas de Tres Ríos no temblaron. Jugaron con la firmeza de quien sabe que lleva en sus venas la garra de campeonas.

Y ahora, ¡el premio es más grande! Su triunfo no solo les dio la gloria inmediata, sino también el boleto dorado hacia el Campeonato Centroamericano Estudiantil en Nicaragua, donde llevarán el nombre de Costa Rica con la misma sed de victoria que las trajo hasta aquí.

¿Qué las hace invencibles? Quizás sea esa mezcla de talento puro, disciplina férrea y amor por la camiseta que las hace luchar hasta el último segundo. O tal vez sea el apoyo de una comunidad que hoy las abraza con orgullo, sabiendo que cada gol y cada sonrisa en el campo es un regalo para Tres Ríos.
¡Felicidades, campeonas! No solo han ganado un torneo, han inspirado a una generación. El cantón, la provincia y todo el país las aplaude. Porque el fútbol también se escribe en femenino, y ustedes, guerreras, son la prueba.