- Entrevista al presidente municipal Jorge Calvo Cascante
Por: Mara Jiménez
La promesa de una Ciudad Deportiva de primer nivel que impulse el talento local y sirva de motor de desarrollo social y turístico para el cantón de La Unión parece haberse topado con un muro infranqueable: la desidia de las instituciones del Estado y la falta de apoyo político. En una entrevista exclusiva, el regidor Jorge Calvo detalló los enormes esfuerzos, frustraciones y el limbo en el que se encuentra este anhelado proyecto, que pasó de tener terreno, diseño y financiamiento asegurado a depender de la buena voluntad de funcionarios que, según él, «parecen burlarse» de sus gestiones.
Imagen con fines ilustrativos
ENTREVISTA
Mara Jimenez (MJ): Don Jorge, en su rol como regidor, ¿qué ha logrado en todo este tiempo en proyectos que impacten a la comunidad, como la Ciudad Deportiva?
Jorge Calvo (JC): Inicialmente, logramos el terreno para el nuevo colegio de Dulce Nombre. Luego, el sueño era la Ciudad Deportiva en el polideportivo. Teníamos la donación del terreno del MEP, el apoyo del ICODER con presupuesto y el de la Ministra del Deporte para los planos. Pero recibimos un golpe muy duro de los diputados de Cartago, que cambiaron su voto y nos dejaron sin proyecto de un día para otro. Duele mucho que ese golpe provenga de hijos de la provincia.
MJ: ¿Considera que esta larga tramitología y falta de apoyo es el mayor desafío para la municipalidad?
JC: ¡Es el más grande! ¿Por qué? Tenemos tres diputados de Liberación Nacional en Cartago y nadie se ha interesado. Votaron negativo y se desentendieron. La pregunta es: ¿somos ciudadanos de segunda categoría? No pedimos dinero, pedimos apoyo político para que el ICODER nos done los planos y podamos diseñar en el terreno de La Carpintera, que ya compramos.
MJ: El desarrollo deportivo es crucial. ¿Qué se hace para involucrar a comunidades vulnerables en disciplinas más allá del fútbol?
JC: Es difícil decirlo, pero cuando yo estaba en el Comité de Deportes, teníamos 17 escuelas con entrenadores de primer nivel, uniformes, transporte… Ahora eso no existe. No hay apoyo, no hay supervisión. Disciplinas como el balonmano o el baloncesto a nivel nacional murieron. Nuestras escuelas desaparecieron. Duele mucho que nuestros jóvenes se hayan tenido que ir por falta de instalaciones y apoyo.
MJ: ¿Y el polideportivo? ¿Hay voluntad de remodelarlo?
JC: Existió. Iba a conseguir materiales para repellar las canchas. Pero luego pusieron un candado en la cancha de arena, donde adultos mayores y niños con discapacidad hacían terapia. Ver ese candado me desanimó por completo. Además, hubo injerencia de la junta del colegio para no votar el proyecto porque ellos querían construir ahí. Ahora es difícil. El compromiso lo trasladamos a la nueva Ciudad Deportiva.
MJ: ¿Qué podemos esperar la comunidad en los próximos años?
JC: Que la Comisión de Deportes del Concejo y el Comité Cantonal propongan. No los he visto proponer nada. Necesitamos un cambio de actitud. Si no nos reciben, tendremos que hacer una manifestación, ir en bus al ICODER y al Ministerio del Deporte y sentarnos hasta que nos atiendan. No nos vamos a quedar con los brazos cruzados. Este es un sueño para dejarle algo a las futuras generaciones.
Debemos invertir en infraestructura deportiva
La historia de la Ciudad Deportiva de La Unión es un reflejo de una lucha cantonal contra la burocracia y la indiferencia. Lo que comenzó como un proyecto integral con todos los elementos a su favor hoy sobrevive gracias a la tenacidad de unos pocos funcionarios, quienes se aferran a la esperanza de ver concretado un complejo que iría más allá del deporte: un espacio de integración, salud y orgullo para todos los pilaricos. El balón, por ahora, sigue en el campo de las instituciones centrales, a la espera de que alguien decida, por fin, darle un pase al desarrollo. La comunidad espera, mientras tanto, que la promesa no se convierta en otra obra inconclusa en el historial del cantón.