
- Un llamado urgente a la acción: malas decisiones políticas, desinversión y retrocesos en políticas clave profundizan la pobreza de aprendizajes y amenazan el futuro del país.
El sistema educativo costarricense atraviesa la crisis más profunda de las últimas cuatro décadas, agravada por una seguidilla de malas decisiones políticas, desfinanciamiento sostenido y la eliminación sin sustento técnico de programas clave. Así lo revela el Décimo Informe Estado de la Educación 2025, presentado por el Consejo Nacional de Rectores (Conare) y el Programa Estado de la Nación (PEN).
El documento, que analiza el período 2022-2024, advierte que la crisis educativa –ya alertada en informes anteriores– se ha agravado, afectando especialmente a las poblaciones más vulnerables y comprometiendo el futuro de cohortes completas de estudiantes.
Decisiones políticas que profundizan la crisis
El informe señala que, lejos de encaminar una recuperación, las autoridades educativas tomaron decisiones “improvisadas, sin sustento técnico y opacas” que ahondaron los problemas. Entre ellas destacan:
- Desfinanciamiento histórico: La inversión educativa cayó al 5% del PIB en 2025, nivel comparable al de 1980, lejos del 8% constitucional. El MEP recibió sistemáticamente menos recursos de los que permitía la regla fiscal.
- Eliminación de programas clave: Se desmanteló el Programa Nacional de Informática Educativa (Pronie-MEP-FOD) y se eliminó el Programa de Afectividad y Sexualidad Integral (PAYSI) sin ofrecer alternativas sólidas.
- Improvisación en la rectoría: El MEP operó sin un plan ministerial formal durante tres años, mientras el Consejo Superior de Educación (CSE) mostró limitaciones para ejercer su rol constitucional.
Pobreza de aprendizajes se agudiza
Los resultados educativos reflejan el deterioro:
- Peores resultados en PISA: Costa Rica obtuvo en 2022 sus puntajes más bajos desde que participa en esta prueba internacional. Aumentó la proporción de estudiantes con desempeños mínimos en lectura y matemática.
- Promoción sin calidad: Aunque la promoción estudiantil supera el 90%, las pruebas nacionales son de “baja calidad técnica”, con ítems fáciles que no miden las competencias esperadas.
- Rezago desde la primaria: Estudiantes universitarios llegan con habilidades de comprensión lectora equivalentes a tercer año de secundaria o menos.
Docentes desatendidos y desgastados
El 41% del cuerpo docente reporta altas cargas laborales, desgaste emocional y poco apoyo institucional, según PISA 2022. Aumentaron las reubicaciones por salud y las incapacidades, especialmente por causas psiquiátricas y ortopédicas. Además, cinco años después de aprobada la Ley de Idoneidad Docente, aún no se aplican las pruebas de ingreso a la carrera.
Fortalalezas históricas: una plataforma para la reconstrucción
Pese al panorama crítico, el informe subraya que Costa Rica cuenta con fortalezas que pueden servir de base para la recuperación:
- Ampliación histórica de cobertura y acceso a la educación.
- Reformas curricionales avanzadas y programas de equidad que redujeron brechas.
- Mayor y más igualitario acceso a la educación superior.
Llamado a un nuevo acuerdo nacional
El informe hace un llamado urgente a reconstruir el sistema educativo mediante:
- Una nueva generación de políticas públicas basadas en evidencia.
- Recuperación progresiva de la inversión educativa.
- Fortalecimiento de la rectoría del CSE y del sistema de evaluación.
- Estrategias específicas para mejorar la formación docente y la nivelación de aprendizajes.
“Es impostergable salir de esta época de retrocesos educativos. La manera cómo se enfrente esta situación será decisiva para el futuro del país”, concluye el documento.