La Disección de la Campaña Electoral del 2026

Jorge Polinaris Vargas, politólogo, ex Ministro de Planificación Nacional y Director Ejecutivo del Observatorio Humanista Cristiano del Desarrollo.
La Disección de la Campaña Electoral
“Debemos agregar un desafío más, uno realista de particular importancia, de naturaleza política e ideológica, que abre desde ya la obligación para todos los partidos políticos de tener siempre sobre la mesa, la valoración de una política de alianzas pensando en una eventual segunda ronda y, quizás, en un próximo gobierno.”
- Aumenta liderazgo de Laura Fernández
- Sube levemente puntaje de Álvaro Ramos
- Confirma rezagos y desafíos de los partidos de oposición
- Descarta posibilidades de candidatos de la cola
- Caso de segunda ronda, probable balotaje sería entre Laura y Ramos.
Laura lidera entre los encuestados decididos a votar y con un candidato definido.
Tal y como previmos en las entregas iniciales de nuestra Disección de la Campaña Electoral, Laura Fernández lidera ampliamente entre los encuestados decididos a votar y con un candidato definido. La encuesta que publica OPOL Consultores el miércoles 29 de octubre, casa encuestadora oficialmente registrada en el Tribunal Supremo de Elecciones, expone datos y confirma hechos muy interesantes de este proceso electoral.
El primero de ellos es que confirma el significativo crecimiento de Laura Fernández, candidata presidencial del Partido Pueblo Soberano, a sólo tres meses de las votaciones en febrero, al obtener el 30 de setiembre un 45,2% y un 52,7% el 29 de octubre, un incremento del 7,7%% considerando solo los encuestados decididos a votar y con un candidato definido.
Esos datos no sólo confirman el crecimiento del 7,7% de Laura Fernández del mes de setiembre al de octubre alcanzando el 52,7%, sino que también revela un hecho muy particular: los 7 partidos que conforman el principal “pelotón perseguidor” no crecieron en el total de su votación, si no más bien decrecieron un -2,4% al obtener un 45,8,% en setiembre y un 43,4% en octubre del total de los encuestados decididos a votar y con un candidato definido, según se demuestra en el siguiente cuadro:

Obsérvese que de los 7 principales partidos políticos “del bloque perseguidor de la candidata Laura Fernández sólo Álvaro Ramos creció un 3,1%, quien se encuentra en el segundo lugar a 40,2 puntos porcentuales por debajo de la candidata oficialista.
También resulta relevante en el mes de octubre la diferencia del 52,7% de Laura Fernández y el 43,4% que suman los 7 partidos políticos del primer bloque, totalizando ambos el 96,1% del total de los encuestados decididos a votar y con un candidato definido, lo que nos da un remanente del 3,9% repartido entre 12 partidos (0,32% por partido) que podremos llamar como un “segundo bloque”. Ese segundo bloque de 12 partidos tuvo decrecimiento muy fuerte de -5,9% al pasar del 9,2% en setiembre al 3,9% en octubre.
Estos resultados de OPOL tienen la virtud de manifestar dificultades para valorar la posibilidad de que se realice una segunda ronda electoral con la participación de alguno de los 12 partidos del segundo bloque, y del primero únicamente se podrían perfilar dos: Álvaro Ramos y Fabricio Alvarado, bajo el supuesto de que Laura perdiera 13 puntos porcentuales y no lograra el 40% en la primera ronda.
En todo caso este escenario que revela la encuesta de OPOL impondrá a los partidos opositores, al menos, la revisión profunda de su estrategia política de campaña y de su capacidad operativa concreta, medios y técnicas para comunicarse con los electores con un mensaje realista en respuesta al descontento y enojo de un grupo significativamente importante del electorado nacional con el sistema político e institucional.
Sombras en los datos de participación en las elecciones e intención de voto
Notamos una aparente inconsistencia en la Encuesta de OPOL del mes de octubre aún no resuelta: por un lado, se registra una alta tasa de participación proyectada de un 83.52% (y de un 16,48%) del padrón electoral válido manifestando la intención de votar y dice que estos datos, probablemente originados en la “deseabilidad social de no afirmar la no participación en las elecciones”, existe la posibilidad de que muchos que no vayan a votar.” Pero, por otro lado, agrega que, “…al analizar los resultados de la siguiente pregunta: “¿De la siguiente papeleta por quién votaría usted en las próximas elecciones para presidente?” se nota un alto porcentaje de indecisos, marcando una clara incertidumbre que al final podría decantar en que un porcentaje importante no se presente a las urnas electorales en febrero de 2026, tomando en cuenta que el abstencionismo histórico es un 40% aproximadamente. Estas categoría y números se deberían afinar en una próxima encuesta.
Según el análisis de OPOL al 29 de octubre del 2025, entre los decididos a votar en las elecciones 2026, que incluye un 39,03% de indecisos (no sabe y no responde), Laura Fernández obtendría un 31,2%, cifra 4,2 veces superior al 7,41% de Álvaro Ramos del Partido Liberación Nacional en el segundo lugar y en el tercer con un 4,84% Fabricio Alvarado de Partido Nueva República, según podemos observar en la primera columna del siguiente cuadro,
Según OPOL el resultado más significativo es el alto nivel de indecisión y rechazo, representado por la categoría No Sabe 38.79% y No Responde 0,24%, que totalizaría un 39,03%, más las opciones de voto no identificado (Nulo 1,65%, y en blanco 0,15%), que juntas superan el 40,83%% del electorado. Y agrega que “Esto sugiere que más de un tercio de los votantes aún no ha definido su elección o prefiere no revelarla”.
Análisis comparativo. Con el propósito de tener una comprensión más clara de cómo han evolucionado los resultados de algunas de las casas encuestadoras que formularon la misma pregunta: “Si las elecciones fueran hoy: ¿por quién votaría?, e incluyeran dentro del total de los encuestados decididos a votar a los que no saben o no responden, a los indecisos, podemos observar algunos resultados relevantes:
Indecisos: es el más alto de los resultados en las encuestas, que promedia un 37,5% entre todas. Convertir los indecisos en votantes se convierte en un tema de principal importancia para los directores electorales o estrategas de cada partido, particularmente para quienes ocupan los primeros tres lugares.
La candidata Laura Fernández del Partido- Pueblo Soberano: encabeza en todas las encuestas con una media del 27,6%. En primer lugar, tiene el desafío de enfrentarse simultáneamente a 19 opositores y a buena parte la prensa nacional inclinada a la oposición, y sostener ese 27,6%. Además, en esa lucha debe procurar subir 12,4 puntos y capitalizar logros gubernamentales para alcanzar el 40% para ser elegida en primera ronda. Las actividades políticas de fin e inicio de año podrían serle un espacio favorable en virtud de su dominio y experiencia en análisis de realidad nacional, organización y modernización del Estado.
Un discutido y complejo empate en el segundo lugar: Dos candidatos promedian un 8,1%: Fabricio Alvarado del Partido Nueva República y Álvaro Ramos del Partido Liberación Nacional. El promedio histórico de Fabricio podría ser más alto que el de Álvaro, el cual ha sido afectado porque en las encuestas del CIEP, inexplicablemente, (en términos comparados con todas las casas encuestadoras) sólo registra un 1.0% en setiembre (que no se incluyó en el cuadro) y baja a un 0,6% en octubre. ¿Cómo explica CIEP esa diferencia?
Ambos “segundos lugares” tienen que resolver retos importantes. Álvaro Ramos del Partido Liberación Nacional con una media del 8,1%, enfrenta una tarea muy compleja producto del desgaste de su partido en el imaginario nacional que ha perdido fuerza simbólica, credibilidad y conexión emocional con la gente; también, abrió confrontaciones jerárquicas y territoriales innecesarias dentro de su partido y debe enfrentar, si piensa en una segunda vuelta, en el alto porcentaje del anti liberacionismo en el país que hace 4 años afectó fatalmente a José María Figueres.
Otro segundo lugar con una media del 8,1%. Fabricio Alvarado del Partido Nueva República, debe resolver dilemas de sus bases de apoyo y de su proyecto político redefiniendo si continúa o no como un partido evangélico o si se transforma en una fuerza de valores conservadores con agenda de Estado y en un partido político moderno. Significa modificar su narrativa abriéndose a la gran clase media, a los sectores urbanos y a la juventud, generando propuestas sobre principios humanistas siguiendo las principales dimensiones del desarrollo sostenible..
Bloque de partidos políticos rezagados entre los decididos a votar sin candidato definido: un bloque de 12 partidos políticos, que promedian menos del 0,5% individualmente, tienen grandes dificultades y limitaciones para cubrir con su limitada organización y recursos el territorio nacional y los sectores sociales con su mensaje, programa y propuestas.
Esas limitaciones se extienden a la aspiración a ocupar un lugar entre el bloque de los 8 partidos del primer gran bloque. Enfrentan el hecho, muy probable, de no obtener recursos para cubrir sus gastos, ya que deben lograr cumplir un mínimo de un 4% de votos válidos a nivel nacional o elegir al menos un diputado para poder acceder al aporte estatal (deuda política). Por ahora, con datos de la elección presidencial, sólo los partidos Pueblo Soberano, Liberación Nacional, Nueva República están logrando un 4% o más como media en las diferentes encuestas para beneficiarse del aporte estatal.Algunas consideraciones finales.

- Laura Fernández ha trascendido el 52.0% de los votantes considerando sólo los encuestados decididos a votar y con un candidato definido; también lidera con un promedio del 27,6% todas las encuestas entre los decididos a votar sin candidato definido. Es, sin duda, un viento de popa inicial significativo, pero tiene el enorme desafío de sostener su cuota electoral actual y de crecer. Está obligada a “clancletear” por todos los rincones del país, en el marco de una narrativa que haga vivir en ella, transmutándose, por mérito propio, el sentir y vivir de las razones de la ciudadanía descontenta y enojada y proponerle soluciones realistas para convertir esas necesidades en su y su bandera de lucha política, con un compromiso expreso para fortalecer la gobernabilidad democrática que demandan esos mismos ciudadanos.
- En esta coyuntura electoral tan particular, de los 19 candidatos de oposición, según la encuesta, en este momento al menos 12 no tienen ninguna probabilidad real electoral. Del primer bloque de 7 candidatos a la Presidencia sólo 2, Fabricio Alvarado y Álvaro Ramos, en este momento podrían tener posibilidades para disputarse un segundo lugar con propiedad, y es Álvaro Ramos quien logra crecer un 3,1% entre los encuestados decididos a votar y con un candidato definido. Eso le da una ligera ventaja.
- Líneas atrás describimos algunos significativos desafíos y retos de Laura, Álvaro y Fabricio. Debemos agregar un desafío más, realista y de particular importancia política e ideológica, que abre desde ya el reto y conveniencia para todos los partidos políticos de tener siempre sobre la mesa la valoración de una política de alianzas pensando en una eventual segunda ronda y, quizás, en un próximo gobierno.
- Enfrentamos como país una situación tensa y confrontativa: de fondo hay pendientes cambios y ajustes que nuestra sociedad requiere y que no se deben desatender ni posponer más por nuestros partidos políticos, como bien señala mi compañero de Junta Directiva del Observatorio Juan Ramón Chacón Calderón:
“…La oposición ha quedado atrapada en la narrativa de la defensa del orden establecido y de la institucionalidad desfazada e inoperante. Al hacerlo, los partidos políticos se presentan como garantes de un entramado burocrático que gran parte de la población menosprecia por ineficiente y con visos de corrupción….es el síntoma más evidente de una política que, año tras años de desgaste, promesas rotas y pérdida de confianza, abrió espacios al descontento y al enojo de los ciudadanos.” En los resultados de la Encuesta de OPOL tenemos un claro mensaje que confirma estas afirmaciones, - En nuestra perspectiva, la resolución de este proceso electoral podría ser el inicio para crear entre los partidos políticos las condiciones que conduzcan a realizar un gran ajuste estructural, con visión de futuro, con nuevos y grandes objetivos nacionales en el marco del desarrollo sostenible que deslumbren y siembren esperanzas en nuestros jóvenes, fortaleciendo la gobernabilidad democrática y el Estado social de derecho, con el deber de corregir los factores causales del descontento y el enojo de los ciudadanos.
En suma, podría decirse que los resultados de la encuesta de OPOL abren un espacio para la reflexión serena sobre el rumbo del proceso electoral y las transformaciones que atraviesa el electorado costarricense. Más allá de las cifras, el estudio invita a profundizar en los factores que explican el crecimiento de algunas candidaturas y el estancamiento de otras, así como en las nuevas dinámicas de identificación política y emocional de la ciudadanía.
Será tarea de los próximos estudios electorales confirmar si estas tendencias se consolidan o si el panorama experimentará variaciones conforme se acerque la recta final de la campaña.