Por: Lic. Eugenio Solano Calderón
En este comentario, trataré de abordar el caso de las numerosas y frecuentes demandas laborales, de la que ha sido y sigue siendo objeto, nuestra Municipalidad de La Unión.
Por experiencia propia, como abogado litigante, soy conocedor de la gran cantidad de demandas laborales, de que ha sido objeto nuestra Municipalidad, desde hace varios años y que pareciera, sigue sin ver luz clara.
Como resultado interesante del resultado de las mismas, la gran mayoría, han terminado en condenatoria firme, contra la Municipalidad, debiendo tener que pagar, sumas muy altas por concepto de derechos laborales denegados a sus trabajadores, cuotas a la seguridad social, intereses, costas procesales, indexación, etc. Todo a cargo del Presupuesto Municipal, que, dicho sea de paso, contribuimos con nuestros impuestos.
Lo lamentable de todo esto, es que, hasta donde yo tengo conocimiento, en ningún momento, se han abierto investigaciones, estudios de procesos o análisis de la gestión, objeto de la demanda, que, como parte demandada, ha llevado a cabo en esta área la Administración Superior, a efecto de establecer las responsabilidades que correspondan sobre aquellos funcionarios que hayan actuado negligentemente o con desidia, según lo establece el Código Municipal, la Ley General de la Administración Pública y la Ley de Control Interno en lo que compete. Similar suerte ha corrido el que tampoco la Auditoría Interna, haya advertido, en algún momento, a la Administración, de conductas funcionariales, con perjuicio al patrimonio municipal, según, los aspectos supra indicados. Hay aquí un reto a efecto de diagnosticar, corregir, lo que haya que corregir, sobre la forma en que se pudieran estar tratando estos aspectos y así minimizar la cantidad de demandas laborales en los términos que aquí nos ocupa.
En aras de contribuir al mejoramiento de la gestión y permear una gestión eficiente y ajena al incremento de conflictos o divergencias laborales, generadores de demandas laborales, se hace impostergable e imprescindible, el que la Municipalidad, como un todo, se avoque al diseño y aplicación de medidas preventivas, orientadas a la generación de una cultura de cumplimiento y Trabajo Decente, en los términos en que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha diseñado para el mundo laboral y del que Costa Rica, no es ajena, por ser miembro de este Organismo Internacional.
Es aquí pertinente, resaltar, y lo afirmo por experiencia propia, el que, buena parte de las llamadas Coordinaciones de Área, Jefaturas y Direcciones, en sus niveles superiores, desconocen, no por su voluntad, lo básico y elemental, de las normas y principios laborales, disposiciones elementales propias del Derecho Administrativo, convenios internacionales en materia laboral, integrados en nuestro ordenamiento jurídico, procesos administrativos sobre lo que es hoy día, la gestión horizontal, ley de control interno, salud ocupacional, etc,
Es obvio agregar, que lo anterior, pareciera obedecer a la inexistencia de una adecuada política de capacitación integral que emane de la Administración, en el nivel que corresponda. He aquí, y lo lanzo como una propuesta, a efecto de que se considere, como ya lo expresé líneas atrás, el planteamiento de una política preventiva y no reactiva como ha sido la práctica histórica, producto de modelos de gestión obsoletos y ampliamente superados.
Se requiere, hoy más que nunca y con el avance extraordinario del desarrollo tecnológico que tenemos a disposición, una gestión municipal, en el ámbito laboral, más consecuente con lo que debe ser, la eficiencia y calidad de los servicios, junto con el pleno equilibrio con lo que hoy día, demanda la dinámica laboral y el cumplimiento de la normativa laboral.
Lic. Eugenio Solano Calderón
3-0186-0228