Para Crónicas de La Unión
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Me encontré con un slogan o bien una acertada frase que nos encierra todo para sentirnos llenos de orgullo cuando al leerla diríamos que dicha frase encajaría a la perfección con nuestra ciudad, pueblo, o bien lo que deseamos: nuestro cantón.
Dice la célebre frase: “Una ciudad limpia no es la que más se barre, es la que menos se ensucia”. Es aquí donde queremos llegar a la conciencia del ciudadano, que no ensuciemos lo que es nuestro. Nuestras calles, aceras y caños son nuestros, es nuestro pueblo es el lugar donde vivimos, trabajamos y donde tenemos todo lo que la vida nos ha podido generar o bien nos lo hemos merecido ganar para disfrutar de una calidad de vida en descendencia de nuestras familia y seres queridos.
Hace unos años (no recuerdo cuantos pero hay evidencia que no logre adjuntar) el padre Marco Hugo Castro ex cura párroco de esta comunidad, escribió en este medio un artículo que en primera instancia yo entré en polémica con él, y fue motivo de una “digamos” gran discusión de mi parte contra su sentir de una ciudad sucia y asquerosa, como la llamó, por el estado de caños, aceras y caños que sirvieron de argumento para su escrito.
Como todo ciudadano y que ama su cantón, no me gustó sus afirmaciones que apuntaba en un artículo que dejó muy claro a la luz de toda opinión, el desaseo que sació en su afán por decir algo que en principio yo rechacé, discutí y hasta me sentí algo molesto. Hoy día, 15 años o más de la publicación le diría: que su artículo tuvo un acierto que el tiempo, los gobernantes y sobre todos los ciudadanos no hemos podido o más bien querido levantar ese velo de basura reinante en las calles, caños y aceras de nuestro cantón.
En su afán de poner en ridículo nuestro cantón y especial nuestro primer distrito Tres Ríos “cabecera de cantón”, el escribiente Castro señaló con visión futurista que una ciudad tan pequeña que apenas son unas cuatro calles para el norte y unas cuatro para el sur y con lo mismo para el este y oeste, se mantuviera tan lejos de una acción municipal y vecinal de ser un cuadrante limpio y ejemplar sobre todo por ser una zona de paso entre dos provincias, y que el ejemplo que se mostraba era ridículo de todo punto de vista ambiental, higiénico y de acción ejecutoria de un plan de aseo ejercido por la misma municipalidad y la conciencia de los vecinos y comercio, que son los que tiran sin contemplación ni conciencia toda la basura a las caños y aceras.
Cierro la comparativa del señor Castro, expresándole hoy día, tantos años después, que su artículo fue visionario y congelado en el tiempo, porque seguimos igual. Sin un verdadero plan de acción cantonal por parte del gobierno municipal y distrital, y sobre todo por la triste acción del ciudadano en cooperar con mantener limpia su comunidad.
Hace apenas unas seis semanas atrás de esta publicación, un programa de conciencia ciudadana llamado: CIUDAD LIMPIA, está entrando en una lenta acción, digo lenta porque aunque ha tenido el sobrado apoyo del ayuntamiento municipal, no ha contado con la conciencia del ciudadano y el comercio local, y continua sin notar los cambios que se han aplicado y los pocos pero esperanzados beneficios que poco a poco este programa o plan de acción estará mostrando en beneficio de una ciudad limpia, sana y agradable a la vista de todos y sobre todo para nuestra condición ambiental, que hasta hoy está bien lesionada con tanto desaseo en calles, aceras y caños.
El programa no lleva alusión política partidista alguna, ni se amarra a ninguna ambición de logros personales, sino que su propósito es de total bienestar comunal. La colaboración del ciudadano en conjunto con el comercio que son los generadores de basura y otros desechos, es sembrar una conciencia de aseo y abolir de una vez por todas esos caños y aceras llenos de basura y aguas negras propensas a muchas enfermedades y porque no decirlo, el orgullo de una ciudad limpia.
Ya en el distrito centro Tres Ríos se cambió en el casco comercial la hora de la recolección de basura y se pasa a las noches con el afán de que no se saque la basura en las mañanas, medio día ni tarde; que sea al filo de la noche porque el recolector pasara entre las 8:00 p.m, a las 10:30 p.m de lunes a viernes, los sábados de hace un solo recorrido entre las 2:00 p.m, y las 4:00 p.m, y por la noche del sábado no pasa el recolector ni tampoco los domingos. Se une a estos fines de semana que el lunes se hace por este mismo casco comercial un doble recorrido del recolector entre las 7:00 a.m. y las 8:00 a.m. y luego el recorrido nocturno normal implantado como recolección nocturna de lunes a viernes.
Este plan piloto que inició como dije hace unas pocas semanas, su propósito es darle la mejor cobertura y que nos sirva no solo en el casco comercial sino expandirlo al ámbito residencial lo mismo que a los ocho distritos del cantón con la colaboración no solo de los concejos de distrito, síndicos, comercio y ciudadanía completa para que juntos podamos disfrutar y admirar en corto plazo, un propósito que su objetivo es un bienestar comunal que marcará la huella del ejemplo en las generaciones que nos anteceden y una obligación de conciencia tanto de los gobernantes locales, como de los ciudadanos que somos los que podemos hacer posible un orgullo de limpieza en nuestras comunidades y gozar de una vida ambiental que su precio es voluntad, disciplina y aseo en conjunto y así no tendremos que leer algún otro artículo que nos ponga la cara avergonzada de una ciudad sucia los que en verdad amamos nuestro cantón y vivimos en este bello territorio llamado La Unión, pero que a veces no unimos ni nuestros buenos propósitos en pro de algo ejemplar, pero ya es hora de un repaso a nuestra conciencia y comportamiento de no tirar ni sacar la basura en horarios ni lugares inadecuados. Busque en Facebook: La Unión Ciudad Limpia, sabrá más de lo que un programa de esfuerzo mutuo, puede ser capaz de lograr.