Esta tarde, a las 14:20 del 30 de octubre de 2025, me encontraba en el parque central de Tres Ríos junto a mi padre, volando un dron. Un momento de ocio típico: jóvenes, niños, familias aprovechando el espacio público.
Al momento, tres personas en evidente estado de ebriedad o bajo el efecto de alguna sustancia psicoactiva se acercaron al sitio gritando que se llevarían el dron, lo que nos obligó a sacarlo del aire de inmediato ante la amenaza.
Este incidente —aunque afortunadamente no pasó a mayores— refleja un problema mayor de seguridad ciudadana que afecta a La Unión: el uso habitual del parque por parte de personas que consumen sustancias o actúan con intimidación, frente a la vista de niños, adolescentes y familias.
Esto no es un hecho aislado;. Quienes vivimos en La Unión sabemos que el parque de Tres Ríos se ha convertido en un punto recurrente para el consumo de sustancias y la presencia de personas en estado inconveniente, incluso durante el día. Todo sucede frente a niños y familias, y ante la ausencia total de vigilancia municipal o policial.
Aquí el problema.. la administración municipal del cantón presenta avances tecnológicos «concretos»
Estos datos oficiales sugieren que la infraestructura de vigilancia existe y está operativa. No obstante, la experiencia ciudadana revela una brecha muy fuerte entre lo anunciado y lo experimentado.
El parque de Tres Ríos es un “punto caliente”.
¿De qué sirve tener un sistema 24/7 si no hay respuesta ante los hechos que ocurren? Es evidente que no se están cumpliendo las funciones de prevención para las que fueron instaladas. Tener cámaras no basta si el personal o el monitoreo no es activo y responde a estos eventos en concreto que en realidad son cotidianos.
Los espacios públicos de La Unión deben ser seguros, recreativos y familiares, no lugares donde el consumo y la intimidación se toleran a plena luz del día.
Es una preocupación colectiva; Lo que necesitamos es presencia real, prevención constante y respuesta inmediata.
Porque la seguridad no se anuncia, se demuestra en las calles.
Es cierto hemos visto cantidad de casos desde personas en condición de calle durmiendo o alcoholizados en las áreas infantiles y ni que decir del vocabulario indecente que muchos de los que se van a sentar ahí (no solo los de condición de calle) utilizan a todo los que les da el galillo delante de muchos niños y niñas, y la presencia policial y municipal brilla por su ausencia, no comprendo donde se encuentran haciendo su deber por lo menos en la entrada y salida de los niños y niñas de la escuela porque solo cuando paso por la delegación veo policías y eso a veces.
La denuncia es cierta. Soy adulto mayor y frecuento el parque un rato en las tardes. Tal como se denuncia, es recurrente ver personas alcohólicas consumiendo en el parque. Las mesas que se suponía eran para el juego de ajedrez las ocupan personas que están en este consumo de sustancias. A pesar de existir cámaras de vigilancia, nunca se ve ninguna autoridad haciendo vigilancia física. Tanto dinero usado para el llamado centro de vigilancia no está dando los resultados esperados.