Aut. Manuel Picado 05-09 (Fotografía tomada de la web)
Cada mañana al salir de la escuela y pasar por el vivero del pueblo, Paco y Coco niños de tercer grado, ríen al observar el trabajo que realiza Ezequiel con las flores, arbolitos y los hijitos de estos que son parte de la cosecha de su parcela.
Un día mientras conversan en el recreo, Lucho compañero de ellos, escucha lo que cuentan Paco y Coco y estos le invitan para que disfrute como ellos de lo que hace el dueño del vivero.
Al pasar por el lugar los niños comienzan a reír, Lucho lo mira pero al contrario llamó su atención lo que hace Ezequiel con los productos que extrae de la tierra.
Durante varios días Lucho pasó por el lugar y sin pensarlo más se atrevió a entrar al lugar. Ezequiel con trato amable y cariñoso le pregunta que desea, Lucho al contemplar la amabilidad del señor, le indica que quiere saber del porque al extraer los productos los alza, los mira con tanto detenimiento y luego los separa.
Ezequiel bastante sorprendido por la pregunta, le contesta, como puedes ver tenemos diferentes tipos de productos, al extraerlos los tengo que observar para ver en cual canasta corresponde cada uno.
Lucho vuelve a preguntar ¿y que es lo que les ve con tanta atención?, Ezequiel le responde la raíz. Al mirar la cara de Lucho desconcertado agrega, yo tengo en mi parcela varios productos y todos son de variada calidad.
La raíz me indica la calidad, por eso los que tienen mejor raíz van de primero y así sucesivamente. Lucho preguntó ¿y porqué?, Ezequiel le contesta, porque el proceso que continúa es lavar y preparar bien cada producto para ser vendido.
La venta de mis productos depende en gran medida de la calidad de los mismos, de ahí que necesito identificar cuales son los mejores para poder asignar un precio justo, y con ello garantizar clientes satisfechos.
Lucho sorprendido le indica, eso solo sirve para sus productos verdad, Ezequiel le contesta, no, sinceramente sirve para todo ser vivo, ya sean, plantas, árboles, animales y hasta personas.
Lucho abrió los ojos y con cara de sorpresa dijo, ¡y personas!, si personas, contestó Ezequiel.
Mira Lucho, cuando un equipo de fútbol u otro deporte se destaca, todos decimos que buen entrenador tiene ese equipo, cuando hay niños muy estudiosos que poseen buen conocimiento decimos que buen maestro o maestra tienen esos niños.
Cuando conocemos hijos buenos, educados y respetuosos decimos que buenos padres tienen.
Y así sucesivamente, porque no podemos recoger en dónde no hemos sembrado, pero no puedes sembrar sino has preparado el terreno. Por eso lucha en la vida, estudia, prepárate, fija metas y objetivos y busca cumplirlos, aprovecha el tiempo y ante todo escucha con atención a las personas mayores.
Solo así amigo Lucho serás una buena raíz. La misma palabra lo afirma;
“AL ARBOL SE LE CONOCE POR SU FRUTO”