Jeffrey Ottico: Un ejemplo de trabajo voluntario y compromiso con la naturaleza

Jeffrey Ottico un ciudadano comprometido con nuestro ambiente

Quizás muchos no le conozcan pero desde su venida a Costa Rica y a nuestro cantón ha participado en múltiples proyectos de protección ambiental y reforestación. Ha acompañado a grupos ambientalistas locales y esfuerzos de conservación nacionales.

Nace en el estado de Rhode Island Estados Unidos de América el 18 de enero de 1957. Hace pocos meses cumplió 60 años.

De profesión Ingeniero Forestal, desde muy pequeño se enamoró de los temas medioambientales tanto en su tierra natal como en diferentes estados donde residió de joven.

Llega a Costa Rica el 15 de marzo de 1989 por invitación de su actual esposa doña Ana Bonilla a quien conoció cuando estudiaban en la Universidad de Rhode Island. Fue ella quien le dijo un día: “Si quiere conocer bosques bellos vaya a Costa Rica”

Ottico es nativo de Connecticut al norte de los Estados Unidos de América pero la mayor parte de su juventud la vivió en Massachusetts donde su familia era propietaria de un terreno con bosques. Entre los 9 y 18 años desarrolló su pasión por los árboles, su cultivo y la preservación de la fauna.

Al venir a nuestro país trabajó como guía turístico de naturaleza durante 15 años y al retirarse decide dedicar su tiempo de forma voluntaria para mejorar lo que llama “una pequeña parte del mundo” para plantar árboles y cuidarlos hasta verlos grandes. Sueña en momentos en que todo ser humano aporte su talento para mejorar su comunidad.

Se integra a la Asociación Movimiento Cívico del Cantón de La Unión y colabora con sus proyectos ambientales en la zona del Padre Carazo, en Quebrada de El Fierro, San Rafael, luego conoce del trabajo de la Asociación Movimiento Tiribí Limpio y aporta su conocimiento a programas de reforestación en la finca Municipal Los Lotes, parque La Libertad y otros sectores de nuestro cantón.

Es común observarlo en actividades de mantenimiento forestal trabajando pala o podadora en mano instruyendo a los niños y jóvenes, siempre acompañado de sus herramientas. Transmite a quienes le acompañan la necesidad de cada ciudadano del mundo aporte en el mejoramiento de su entorno natural.

Durante la época en que los árboles producen sus semillas, las recoge y reproduce en su pequeño vivero, del cual han salido cientos de plántulas que hoy levantan sus ramas hacia el cielo.

Le gusta plantar y enseñar a cuidar los árboles hasta que sean autosuficientes, procura en todo momento generar en las personas y principalmente de nuestros niños y jóvenes la importancia de establecer ese vínculo cercano con la naturaleza.

Reside en un lugar donde promueve el acercamiento de las aves, cultivando plantas que atraen a las mariposas y árboles en peligro de extinción nativos de nuestro país.

En el parque La Libertad existen más de 200 especies nativas de nuestro país, 1000 árboles que no existían y que hoy crecen vigorosamente. En Padre Carazo, en Los Lotes, en la Autopista Florencio del Castillo y en residenciales hoy podemos ver Damas, Roble Sabana, Raspaguacales, Corteza Amarilla, Jacarandas.

Reflexión de Jefrey Ottico

“Todos debemos entender el valor de sembrar árboles, su aporte para la captura de carbono, intentar mitigar los efectos del cambio climático, generar alimento para las aves y asegurar el agua para el futuro. Si cada persona donara solamente cuatro horas al año, pese a sus múltiples ocupaciones generaríamos un cambio sin precedentes. Esa identificación con la naturaleza aparte de ayudar a paliar el daño al planeta nos hace mejores seres humanos. Si plantamos árboles, al recibir 30 grados de temperatura, si estamos bajo su sombra serán cinco o más grados menos. Sembrando árboles mejoramos la calidad y cantidad del agua, damos hábitat a nuestra fauna y mejoramos nuestra salud. Debemos preguntarnos ¿Qué queremos para el futuro? ¿Solo cemento, metal, asfalto, vidrio, ríos contaminados o más centros comerciales y menos árboles? Replantearnos lo que podemos hacer por nuestro futuro y el de las generaciones venideras. ¿Qué queremos para el futuro? Un árbol puede vivir un siglo o más, captura carbono, produce oxígeno, ¡Solo genera beneficios y mejora la calidad del agua que tomamos! Algunos los cortan porque los consideran inconvenientes pero sigamos plantando, es lo único que puede cambiar nuestro futuro. Muchos de los árboles sembrados los han anillado, se los han comido animales o los han arrancado pero demos la lucha y eduquemos, cuidarlos tiene un costo y sacrificio es una lucha que debemos dar: ojalá todos”  

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