Como primera acción don Víctor reparte saludos y bendiciones desde buena mañana que inicia su destacada labor de limpieza de caños, vías y aceras en el sector sur y otros del centro de Tres Ríos. Con su carretillo, pala, escobón y bolsas, recorre el sector asignado haciendo orgulloso su trabajo de campo, clasificado como aseo de vías o más popularmente como cañeros.
Su nombre es Víctor Manuel Alcázar Ramírez, ejemplar esposo y padre de dos hijas, oriundo del distrito de Dulce Nombre de La Unión, a sus 57 años desempeña muy orgulloso esta importante labor como trabajador de la planilla en la Municipalidad de La Unión, y aunque muchos dicen que trabaja para la municipalidad, en realidad no es así; él trabaja para la comunidad a quien le sirve día con día de lunes a viernes eliminando basura de los caños y todo lo que afee el ornato del pueblo. Trabaja para una sociedad comunitaria que cubre con el impuesto de limpieza de vías, su salario y el de todos los servidores de una institución que su ingreso fundamental es el rubro de impuestos por las diferentes modalidades de cobro.
Inicia sus labores de limpieza todos los días a las seis de la mañana a 2:30 de la tarde con sus respectivos tiempos para almorzar, cosa que lo hace algunas veces en la bodega del equipo laboral, pero muchas veces también en la calle a la sombra de cualquier alero de casa que le permita acomodar su carretillo e ingerir sus alimentos en un tiempo relativamente corto para seguir con su tarea de cuadra por cuadra, caño por caño hasta concluir su horario contemplado.
Don Víctor ingresó a la institución en el año 2011 y desde su primer día lo hace con el mismo carisma y orgullo como el que hasta hoy demuestra ante sus obligaciones, acompañado de su gran espíritu de servicio con su carretillo, su pala escobón y bolsas que son sus utensilios de trabajo. Don Víctor no solo limpia y barre los caños sino que las aceras y vías que amanecen llenas de basura por las circunstancias que sean, ahí voy yo, nos dice don Víctor a dejar limpia la comunidad que con sus tributos contribuye a mi salario, que hace de mi familia un hogar sencillo pero al menos con sus alimentos y menesteres que necesitamos para demostrar que nuestra humildad y sencillez nos mantiene agradecidos con Dios y la sociedad a la que pertenecemos con el respaldo de mi orgullos trabajo de mantener limpios los caños día con día cumpliendo a cabalidad mis deberes y obligaciones para el cargo que he sido considerado.
Trabajo en un sector asignado, que por lo general es fijo pero removible a zonas de acuerdo a mis superiores ya que en algunas oportunidades realizo quema de monte, desyerbados y otros que el ornato necesita, pero siempre su sector sur del centro de Tres Ríos, es la zona prácticamente de mi responsabilidad hasta que no haya otra decisión de mando superior.
Una de sus responsabilidades es que cuando la bolsa donde deposita la basura que recoge están llenas, debe dirigirse a un lugar casi ya asignados donde el camión recolector pasa recogiendo, ya que en su carretillo lo más que carga son unas tres de ellas. También en sus labores le corresponde levantar parrillas y destaquear algunas que se encuentran atascadas por exceso de basura, pero como nos dice el protagonista de esta historia; menos por falta de limpieza si es mi zona.
Don Víctor, nos comentó que desde muy joven trabajó en labores de campo, en fincas de los Cantillo, los Malavassi, en labores de un quebrador de piedra y en las Aldeas S.O.S., y luego tuvo la oportunidad de ingresar a la corporación municipal como interino, donde tiempo después le fue asignada a una plaza fija de su trabajo.
Muy orgulloso me siento de mi trabajo, día con día agradezco el tener el sustento para mi hogar y desempeñar un puesto con el que yo me siento dignificado de mis labores. He tenido algunas inconformidades con algunas personas, pero en la balanza de la satisfacción, he recibido más aprecio de la gente a quien yo le sirvo, y eso me impulsa a ejercer con orgullo mi trabajo dejando atrás algunas pequeñas críticas, que son solucionadas únicamente con el ejercicio justo y honesto de mi trabajo.
Me gusta que me saluden, que me respeten, pero más me gusta saludar y bendecir a toda la gente que me topo en mis labores, porque creo que si doy respeto, recibo respeto, y si doy bendiciones las recibo duplicadas en beneficio de mi propia persona, trabajo e institución a la que represento con orgullo de identidad en mi camisa uniforme de la Municipalidad de La Unión, “aseo de vías”. Un relato y fotografías con el consentimiento del protagonista de este artículo. Luis Valencia para Crónicas de La Unión, Enero. 2018.