Educación humana

Foto terceracultura.net

Jonathan Jofré

Es una tesis reconocida hasta la saciedad…No estamos educando personas, estamos formando máquinas. La vida actual proyectada hacia una realización material ha olvidado lo delicado que es el ser humano en formación, nuestros niños, adolescentes y jóvenes pierden durante sus horas de estudio grandes posibilidades de desarrollo personal. Esto es ya tema de educadores de renombre a nivel mundial.

La educación no va dirigida exclusivamente a la adquisición de una técnica eficiente para ganar el pan de cada día o el estatus, sino también debe ir dirigida a desarrollar las capacidades mentales, morales, emocionales, psicológicas y espirituales del individuo, para que este se convierta en un ser racional y consciente.

Una persona que vive únicamente con el estímulo del dinero se degenera inevitablemente, en cambio una persona que desarrolla sensibilidad hacia y por la vida se eleva a un nivel en que todas las personas que sociabilizan con ella se ven beneficiadas.

¿Quiere que su hijo sea profesional o preferiría que fuese humano primeramente?

Si una persona no es capaz de sopesar el valor de otro ser y lo explota conscientemente, su educación fracasó, junto con nuestra sociedad.

No podemos esperar la transformación de la educación a nivel de sistemas educativos, estos han rechazado una y otra vez a los sabios convirtiendo a la educación en una feria de mercadeo.

Es el momento de elevar el pensamiento y transformarlo en obras, “No hay nada que pueda enseñar la palabra que no pueda también ser enseñado con actos”. ¿Dónde está el verdadero ser humano? Hay que buscarlo con la lámpara de Diógenes…pero podemos decir donde no está: lamentablemente no está en las aulas de los colegios ni en las universidades…No basta saber, debemos también Ser. ¿Quiere ver los genios del pasado brillar nuevamente? He ahí a su hijo con posibilidades muy grandes que solo dependen, en estos momentos, de la sabiduría y compromiso de sus padres, para desarrollarse ampliamente y lograr un cambio en el mundo en que vivimos.

“Si las generaciones que nos preceden no son superiores a la nuestra en un ápice, podemos estar seguros del destino de la humanidad”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *