• Procedimiento beneficiará a pacientes con cáncer que padezcan dolor severo de difícil control.
• En la primera cirugía participó personal especializado de este centro médico y dos hospitales de la CCSS
El Centro Nacional para el Control del Dolor y Cuidados Paliativos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) amplió su oferta de servicios a pacientes con cáncer que sufren de dolor severo y ninguno de los tratamientos ha sido suficiente para controlarlo.
Se trata de la cirugía de analgesia intratecal la cual realizaron, por primera vez en este centro, a una paciente de 36 años con cáncer de cérvix, el pasado 2 de setiembre. El dolor severo de la paciente persistía a pesar de recibir tratamiento vía intravenosa con dosis altas de medicamentos potentes.
La doctora Catalina Saint-Hilaire Arce, directora de este centro especializado de la CCSS, aseguró que realizar esta cirugía ha sido un sueño hecho realidad por el que han trabajado por dos años, pues han requerido que el centro se organice y se adquieran todos los insumos y medicamentos para realizar el procedimiento quirúrgico.
Saint-Hilaire precisó que este procedimiento se pudo realizar gracias a que la Caja trabaja como una sola institución, toda vez que se contó con especialistas de los hospitales Maximiliano Peralta Jiménez y Rafael Ángel Calderón Guardia, así como funcionarios del Centro Nacional para el Control del Dolor y Cuidados Paliativos.
El procedimiento
El doctor Gabriel Carvajal Valdy, médico especialista en medicina paliativa del centro, explicó que la técnica consiste en la implantación de un dispositivo electrónico que envía dosis precisas y continuas de medicación directamente al saco que rodea la médula espinal. La finalidad del procedimiento es reducir el dolor en pacientes con casos muy complejos de dolor relacionado con cáncer, en quienes no es posible obtener un alivio adecuado a pesar de una supervisión de tratamiento por un experto de una unidad de control del dolor y cuidados paliativos.
Carvajal dijo que, en el caso de esta primera paciente en recibir este tratamiento en el centro, a pesar de un seguimiento cercano especializado y de múltiples esquemas de tratamiento para control del dolor, aún tenía dolencia severa, por lo que se consideró apropiada la técnica de implantación de este dispositivo. La intervención duró una hora y media, sin ningún contratiempo, por lo cual ahora la paciente se recupera satisfactoriamente en su hogar y continuará un seguimiento ambulatorio.
Esta cirugía suele realizarse a pacientes con cáncer que padezcan dolor severo y que reciben dosis alta de fármacos que alivian la dolencia como la morfina, pero que la respuesta es insuficiente. Los beneficiados con el tratamiento pasan por un proceso riguroso de evaluación previa, ya que entre las condiciones está que puedan tolerar una cirugía bajo anestesia general, con todos sus riesgos; además se les realizan estudios de sangre y de imágenes médicas en la columna vertebral como la tomografía.
Carvajal agregó que gracias al esfuerzo de la seguridad social esto es posible, ya que se trata de un tratamiento con un costo elevado, pues solo la inversión del dispositivo es de 11 millones de colones por paciente; además, se le debe añadir el costo de los exámenes previos, de la cirugía, de otros recursos materiales y humanos. La pretensión es que 15 pacientes al año puedan recibir este tratamiento.
Se requirió un equipo de 11 personas conformado por médicos, enfermeros y asistentes de pacientes; entre los que estuvieron los médicos Alejandro Sáenz Orozco, neurocirujano del hospital Maximiliano Peralta Jiménez, Armando Méndez Villalobos, anestesiólogo del hospital Rafael Ángel Calderón Guardia, Gabriel Carvajal Valdy y los enfermeros Iris Morera Elizondo y Fabio Brenes Gutiérrez; estos últimos tres del Centro Nacional para el Control del Dolor y Cuidados Paliativos.
El Centro Nacional para el Control del Dolor y Cuidados Paliativos es la tercera unidad de la CCSS que realiza este procedimiento, ya que desde el 2017 lo realiza el hospital Maximiliano Peralta Jiménez y luego lo empezaron a realizar los hospitales Rafael Ángel Calderón Guardia y el Fernando Escalante Pradilla en Pérez Zeledón.