Con motivo del Día del Servidor Comunal la Municipalidad de La Unión rindió homenaje a la líder comunal Isabel Azofeifa Fonseca.
Si pudiéramos definir a Doña Isa, tendríamos que decir que su vida ha sido de trabajo por la comunidad y sus vecinos.
Isabel Azofeifa Fonseca es oriunda del distrito de San Rafael centro, la mayor parte de su vida ha residido en Yerbabuena, madre de cuatro hijos tres hombres y una mujer, dos de los varones ya fallecieron, el primero siendo niño y el segundo hace pocos meses.
Su vida está marcada por el voluntariado: integrando y trabajando con diversas organizaciones de bienestar comunal y cantonal.
Formó parte de un grupo de vecinos que trabajaron por dotar de una Escuela a Yerbabuena y participó de la integración de la Asociación de Desarrollo Integral de su comunidad en donde ocupó varios cargos en su junta directiva. “Trabajábamos muy de la mano todos, todos buscábamos contar con una mejor comunidad” destaca.
Integró organizaciones en Yerbabuena que lucharon por realizar mejoras de caminos, del acueducto local y de telefonía pública. “Trabajamos en momentos en que este barrio era conformado por muy pocas familias luego cuando se construye la autopista muchos de lo que residían en Carpintera de vinieron a vivir acá, posteriormente se urbaniza alrededor” destacó.
“En Yerbabuena no había agua, luz o teléfono era un callejoncito rodeado de cafetales”
Para lograr contar con agua tanto hombres como mujeres laboraban, los hombres escarbando zanjas para enterrar el tubo y a algunas mujeres no les temblaba el pulso, y herramienta en mano, ponían manos a la obra. Otras, preparaban los alimentos y lo llevaban hasta donde posteriormente se construyó el tanque de almacenamiento para su comunidad.
Antes de existir escuela de Yerbabuena ayudó a grupos de padres de familia que apoyaron esfuerzos para mejoras en la Escuela Adela Rivas y el Liceo Mario Quirós Sasso hoy Colegio Técnico Profesional.
Recuerda el trabajo de su esposo Claudio Villalobos (Cuyo) con quien trabajó en pro de las comunidades. Villalobos laboraba para en ferrocarril y dedicaba sus tiempos libres en cooperar en proyectos para mejorar su barrio.
Era una Yerbabuena rodeada de cafetales con un puente de madera, una lucha en la que varios vecinos y Doña Isabel participaron. Dotarlo de un puente de concreto.
“Reinaba el compañerismo”
Destacamos de este merecido homenaje a Doña Isabel su constante recalcar de que la labor comunal es tarea de muchos, gente que suma y trabaja para mejorar su comunidad o cantón.
“La primera carretera de Yerbabuena fue hecha a pedacitos, con partidas específicas y mucho trabajo. Se inició con una partida de 20 mil colones, nos prestaron la plata y la partida que nos ofreció un diputado no salió, al final Don Bruno Miller quien la prestó nos la regaló”
“Era una época donde turnos, carreras de cintas, rifas y ventas de comida lograban ejecutar obra pública”
“En una asociación o grupo no debe importar el cargo, presidente, vicepresidente, vocal o vecino lo que debe importar es el aporte que hagamos por el bienestar de todos, todos debemos jalar parejo”
Fue regidora suplente de la Municipalidad de La Unión, presidente de la Junta Administrativa de la Casa de la Cultura por 18 años y miembro fundador de la Unión Cantonal de Asociaciones de Desarrollo (UCALU).
Se suma a lo anterior, el haber integrado la primera Comisión Cantonal Municipal de Emergencias en 1995 y la Asociación Amigos de la Biblioteca Pública de La Unión que en aquél entonces funcionaba en el edificio municipal así como el Comité Distrital de Deportes Pro Cancha de Fútbol de San Rafael.
Decenas de certificados de participación y reconocimiento muestran lo que ha sido la labor de Doña Isabel, quien lideró y acompañó a muchos dirigentes comunales en momentos en donde la participación femenina era escasa.
“Son muchas las personas involucradas en el mejoramiento de cada comunidad, son muchos quienes han aportado para que nuestro cantón sea lo que es hoy, la satisfacción es ver la obra hecha, la luz, el camino, la escuela en momentos que no los teníamos, muchas familias de mi comunidad lograron concretarlo, hubo voluntad también de autoridades municipales y nacionales para hacerlo una realidad” enfatizó
Con 77 años y 11 meses de edad tiene su agenda llena de actividades. Pertenece al coro de adultos mayores de la Parroquia de Nuestra Señora del Pilar, al grupo organizador de actividades para personas de la tercera edad, la Asociación de Cuidados Paliativos de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), Junta de Educación de la Escuela de Yerbabuena y en su tiempo libre hace manualidades y limpia las zonas verdes de su casa además de dedicarse a atender a enfermos en su familia. “Hoy existen nuevos retos para la comunidad, la escuela se ubica en una zona de riesgo y debe ser trasladada a un sitio seguro para los niños” comenta.
“Actualmente muchas personas se han materializado, preguntan cuánto pagan por integrar una organización de bienestar comunal, debemos hacer las cosas por amor a Dios y a la humanidad, el dinero es para cubrir nuestros gastos elementales, pero de qué nos sirve si no ayudamos a nuestros semejantes” concluyó.
Este es un reconocimiento a todos esos servidores comunales, integrantes de organizaciones voluntarias que día a día y todos los días luchan y trabajan por el bienestar de sus comunidades. Un homenaje a quienes con manos a la obra lograron impactar positivamente cada barrio de nuestro cantón y país.