Según el perfil laboral descrito en el Manual de Puestos de la CCSS. El ATAP está capacitado “…para trabajar en la comunidad, adquiriendo un compromiso para desempeñarse con dedicación, compromiso y responsabilidad.
Dentro de sus funciones promueve y mantiene acciones de baja complejidad (que no quiere decir baja responsabilidad) en promoción y prevención de la salud que benefician al usuario, familia y comunidad.
Entre las características personales del ATAP, se encuentran: discreción, compromiso, dedicación máxima, eficacia y calidez. Es un representante de la institución que lo contrata, por tal razón, su estilo de vida personal, sus hábitos, costumbres, conductas y apariencia personal deben ser ejemplo, para las familias y comunidad en general.” (Ver página del CENDEISSS)
Todo eso y más caracteriza a mi estimado y hoy cuestionado compañero ATAP del Área de Salud La Unión.
Conociendo de cerca la labor que ejercen éstos ilustres funcionarios compañeros de batalla de nuestra insigne institución (CCSS), que recorren a pie largas distancias diariamente bajo el sol, la lluvia y demás inclemencias del tiempo y en barrios donde las necesidades son de todo tipo desde los más acaudalados hasta los más olvidados.
La Caja Costarricense del Seguro Social delegó la responsabilidad a estos funcionarios los queridos ATAPs; con supervisión del departamento de Enfermería lograr vacunar y así inmunizar y proteger de toda enfermedad prevenible mediante la vacunación a todos los pacientes según el grupo determinado por el Ministerio de Salud y la CCSS.
Siempre lo han hecho desde que existe la vacunación en Costa Rica y ahora lo hacen con mucha entrega y sin desdoblarse aplicando las vacunas contra el coronavirus COVID-19.
La pandemia no perdona y arrasa con la salud de los más expuestos y vulnerables.
También arrasa con la conciencia y el respeto humano, respeto con el que día a día tratamos a nuestros pacientes a los que nos debemos como funcionarios públicos en salud.
Hoy se cuestiona no una falta de respeto sino un error humano, un error fácilmente subsanable y con casi nulas consecuencias para los afectados.
Cualquier persona del Área de Salud de La Unión Tres Ríos que tenga dudas sobre sus anticuerpos contra el COVID-19 posterior a ser vacunados por el compañero puede acercarse a su EBAIS de adscripción y solicitar su prueba confirmatoria, eso sí después de que se hayan cumplido 14 días posteriores a la aplicación de la segunda dosis de la vacuna de Pfizer-Biontech. Según palabras del propio señor Ministro de Salud el Dr. Daniel Salas.
Así las cosas y teniendo la certeza de que los proveedores de salud nos obliga un principio básico de primero no hacer daño, (primun non nocere) es que no tengo duda que el compañero ATAP no actuó con dolo ni es parte de una red o mercado negro de vacunas. Sin embargo para esclarecer lo cuestionable existen las autoridades competentes en este bendecido país de derecho.
Todos los compañeros del Área de Salud La Unión estamos unidos, haciendo mención del nombre del Área en la que laboramos con nuestro compañero ATAP y su familia y deseamos que pronto se resuelva este asunto para el bien y la seguridad social.
Y sé que el compañero está en paz con Dios y consigo mismo ya que sé que es un hombre muy devoto y creyente en el Todo Poderoso. Dios lo bendiga.
Dr. Oscar Mesén Arce
Cod. 11135
Excelente comentario.
Solo el que conoce el día a día de la labor en nuestra Área, tiene la certeza del esfuerzo de todos los funcionarios desde la cabeza, para hacer las cosas bien.
Lo más acertado y objetivo que he escuchado hasta el momento en relación a este desafortunado asunto.
Excelente comentario y muy oportuno. Bien apunta Maquiavelo que a falta de pan abundante, el pueblo se alimenta del circo.
Mis respetos a todo el petsonal de salud, que al frente de esta emergencia han arriesgado su vida por nosotros.
El seño, cubano, (perdón no se su nombre) involucrado en el caso, no fué afectado tan dramáticamente como quiere hacerlo ver, ya fué vacunado, el error fué subsanado, cuando lo escuché hablar en t.v. me dije…. -esto me suena a una honerosa demanda económica-, espero equivocarme; y y me disculpo si son supuestos irreales míos y, por el contrario; esté agradecido con nuestro maravilloso sistema de salud, en el cual espero también, que cotice.
Dejemos señores y señoras, que sean las autoridades competentes las que aclaren y determinen el asunto y no lancemos condenas sin ser juzgados, mañana podríamos ser nosotros en nuestros campos de trabajo. Cualquiera que tenga temores, que son razonables por supuesto; puede acudir al Ebais correspondiente y pedir que le hagan una prueba para saber si fué o no vacunado.
Durante años asisti a esta area de salud y es la peor. No es sólo el señor este, la apatia del personal da asco.