- Sembrando Esperanzas nace con el fin de ayudar a jóvenes que se acercan a la mayoría de edad a capacitarse en habilidades académicas, técnicas y ocupacionales.
- Inauguración del programa se dio esta mañana durante visita privada del presidente de la República al Instituto Otto Silesky, que atiende a población adolescente bajo protección del PANI.
- “La Costa Rica del Bicentenario debe continuar resguardando a quienes más necesitan del soporte de un Estado Social de Derecho”, expresó el mandatario, tras reconocer la labor del PANI en la atención de niños, niñas y adolescentes más vulnerables.
En el marco del 91 aniversario del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), se inauguró este viernes el programa Sembrando Esperanzas, con la presencia del presidente de la República, Carlos Alvarado, y la ministra de la Niñez y Adolescencia Gladys Jiménez.
En una visita privada al Instituto de Educación Integral Otto Silesky, ubicado en Coronado, el mandatario y la ministra Jiménez conocieron a un grupo de jóvenes que reciben clases en este lugar, quienes mostraron sus trabajos en diferentes especialidades como gastronomía, pastelería, servicio al cliente, entre otros.
“Costa Rica entera se congratula de celebrar noventa y un años de contar con una institución dedicada a la atención de nuestros niños, niñas y adolescentes más vulnerables. La Costa Rica del Bicentenario debe continuar resguardando a quienes más necesitan del soporte de un Estado Social de Derecho”, expresó Alvarado.
Inaugurado este viernes, el programa Sembrando Esperanza es un centro de capacitación y desarrollo de las habilidades académicas, técnicas y ocupacionales para la empleabilidad de adolescentes. Iniciará en las instalaciones del Instituto, en Coronado, como un plan de piloto con 20 alumnos varones.
El objetivo de la alianza estratégica entre el PANI y la Asociación para la Promoción y el Desarrollo de la Educación del Instituto Otto Silesky, es el desarrollo de un proyecto de vida y su adecuada transición hacia la vida independiente, para que los adolescentes entre los 15 y 18 años, logren minimizar la pobreza, desigualdad e inequidad a la que podrían estar expuestos a su salida del sistema de protección.
En detalle.
En Sembrando Esperanzas o Programa para la Atención Educativa y Vocacional de Adolescentes y Jóvenes en Riesgo Social bajo la Protección del PANI, se ofrece una propuesta curricular que responde a los estilos de aprendizaje y desarrollo cognitivo, una oferta técnica que permite adquirir destrezas ocupacionales y se impulsan alianzas para incorporar el modelo a diferentes alternativas de protección.
En modalidades de diurno, vespertino, y enseñanza especial, se capacitará en temas de sublimación, gastronomía, ebanistería, pastelería, programación, ofimática, charcutería, servicio al cliente, uso de drones, conservas, inglés, diseño gráfico e hidroponía. Funcionará de lunes a viernes, de 9:00 a.m. a 4:00 p.m.
Orientadores, psicólogos educativos, terapeutas ocupacionales, recreacionistas y asistentes conductuales son parte de los profesionales que atenderán el programa con apoyos y adecuaciones curriculares significativas y el modelo de emprendimiento con talleres ocupacionales donde los jóvenes desarrollan competencias necesarias para integrarse al mundo laboral en diferentes oficios.
La inversión mensual por cada adolescente es de ¢922.000, el 85% aportado por el PANI a través del convenio y el 15% restante lo asume la organización no gubernamental.
Próximamente el proyecto se inaugurará para adolescentes mujeres bajo protección de la institución.
“Durante su permanencia se trabaja con las personas adolescentes bajo protección, un proyecto de vida que los prepare para su etapa adulta; no obstante, hemos identificado que no en todos los casos, las modalidades de educación tradicionales permiten brindarles las herramientas, el desarrollo de habilidades y destrezas académicas, técnicas y ocupacionales que requieren debido al rezago educativo que pudieran presentar a su ingreso”, manifestó la ministra de la Niñez y la Adolescencia, Gladys Jiménez.
Otto Silesky comentó que “en mi pasar como profesional en educación y psicología, me tocó trabajar con poblaciones más favorecidas, pero cuando se logró la alianza con el PANI, encontré mayor plenitud y realización. Es acoger a quienes ven muy oscura su vida y abrazar, ver el amanecer, caminar un trecho, ofrecer alternativas, oportunidades, sembramos en ellos esperanza, porque siempre hay un amanecer”, afirmó.