Tuve la oportunidad de conocer a Marito Mora en la última campaña de don Antonio Álvarez Desanti, en la que luchamos juntos por alcanzar las metas, él desde La Unión y yo desde Cantón Central de Cartago. Desde ahí percibí su buena aura y alma buena.
Posteriormente seríamos compañeros y amigos por cuatro años en el despacho del ex-diputado Luis Fernando Chacón Monge. Ahí tuve el agrado de observar sus cualidades y diferentes facetas como dirigente político, ingenirero y profesor.
Siempre ameno y de buen corazón, trabajaba sin parar por sus semejantes, comunidad, cantón y provincia.
Atesoro deleitables conversaciones sobre sus anécdotas juveniles como líder estudiantil y sus ideales de progreso para La Unión, entre muchas otras de las cuales siempre con atención escuchaba y aprendía de este alegre pilarico de cepa.
¿Un ingeniero de asesor legislativo? Por supuesto que sí, ahora estaba Mario aconsejando y enseñándonos sobre la importancia de la precisión y exactitud en la gestión comunal, y el desarrollo del país; perspectivas nutridas y bien fundamentadas que contrastaban con las tradicionales de un politólogo o abogado, pero que siempre llegaban a generar algo mejor.
¿Qué nos queda? Mucho cariño, gratos recuerdos, abundantes historias y, sobretodo, el mandato de seguir haciendo lo que dirigentes abnegados como Marito hacen: ponerse el casco, las botas, el chaleco, agarrar el metro, el plano y el nivel, e ir hacia adelante a construir sus sueños por una mejor provincia; por una mejor Costa Rica.
Mis más sentido pésame a su querida esposa, doña Jenny, hijos e hija, y demás estimables familiares y amistades.
Atte. Salvador Padilla Villanueva,
Presidente de la Juventud Liberacionista de la provincia de Cartago
(2-7-2022)