Crear e impulsar estrategias para el cierre de las brechas de desigualdad entre hombres y mujeres en el sistema financiero nacional es el objetivo que se trazó el Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU) y la Ministra de la Condición de la Mujer al trabajar de forma articulada con el CAF-Banco de Desarrollo de América Latina.
El trabajo se desarrolla en el marco del convenio de cooperación técnica para el proyecto Implementación de las acciones contenidas en el documento lineamientos para el cierre de la brecha financiera entre mujeres y hombres en Costa Rica y su programa piloto.
“Este proceso que estamos ejecutando fomenta el trabajo articulado con instituciones del sistema financiero nacional y tiene como objetivo sensibilizar e instalar capacidades en las personas funcionarias de las entidades públicas para la incorporación del enfoque antidiscriminatorio, es decir, que los servicios que brinden las entidades bancarias permitan mejorar la calidad de vida de las mujeres”, comentó Cindy Quesada Hernández, ministra de la Condición de la Mujer.
“Nuestro objetivo es lograr la creación de políticas públicas para promover la inclusión financiera de las mujeres. Es fundamental, que la mitad de la población tenga acceso efectivo y garantías que les permita mejorar su condición de vida y la de sus familias. Muchas mujeres capaces, creativas e innovadora, requieren recursos económicos y oportunidades reales, que permitan trabajar, cocrear y ejercer autonomía económica y personal”, aseguró Adilia Caravaca Zúñiga, presidenta ejecutiva del INAMU.
María José Roa y Sofía Ortega, expertas en materia de inclusión financiera de las mujeres, estuvieron durante el mes de octubre realizando una visita técnica presencial en el país. Las expertas, contratadas por la CAF – Banco de Desarrollo de América Latina, brindaron apoyo técnico al INAMU en estrategias para el cierre de las brechas de género en el sistema financiero nacional.
Según Barbara Auricchio, especialista de género de la Gerencia de género, inclusión y diversidad de CAF – Banco de Desarrollo de América Latina, estos espacios muestran que para la creación de ecosistemas financieros que apoyen el empoderamiento de las mujeres, se necesita el compromiso institucional y una articulación y diálogo constante entre actores clave, tanto entre los hacedores de políticas públicas, como las entidades del sistema financieros, del sector privado, los mecanismos nacionales de igualdad de género y organizaciones de base de las mujeres, todo con el fin de llegar a soluciones de inclusión financiera y digital que sean más efectivas, inclusivas y sostenibles.
En palabras de las expertas, la inclusión financiera se entiende como un concepto multidimensional que engloba el acceso y uso de productos y servicios financieros y la calidad. El concepto de calidad integra el fomento de las capacidades financieras de las personas, la libertad y el control en la toma de decisiones financieras y en el uso de los recursos propios, entre otros aspectos. La dimensión de calidad garantiza que los productos y servicios financieros ofrecidos por las entidades financieras se ajustan a las necesidades y características propias de cada grupo de población, como es el caso de las mujeres. En ese sentido, la inclusión financiera de calidad tiene el potencial de promover la salud, el bienestar y la resiliencia financiera, siendo estos los verdaderos objetivos últimos.
Algunas de las instituciones que participan en este proceso son: Sistema Banca para Desarrollo (SBD), Superintendencia General de entidades financieras (SUGEF), Superintendencia general de seguros (SUGESE), Ministerio de economía industria y comercio (MEIC), la Asociación Bancaria Nacional y el INAMU.
Las especialistas brindaron asistencia técnica presencial a las tres entidades financieras que fueron escogidas para el desarrollo del proyecto piloto para la inclusión financiera de las mujeres: el Banco Nacional de Costa Rica, BAC Credomatic y CS Ahorro y Crédito. El objetivo de este trabajo es que las entidades financieras avancen en la aplicación de lo establecido en el documento Lineamientos para el cierre de la brecha financiera entre mujeres y hombres en Costa Rica.
El proyecto inició en el mes de mayo 2022 y finalizará en el primer trimestre del año 2023.