La Fotografía demuestra la historia y los hechos Por Luis Aguilar “Valencia”

Para Crónicas de La Unión 

E-mail: luisvalencia@ice.co.cr           

Dedicado al Presbítero Victor Julio Porras

Parroquia Nuestra Señora del Pilar -Tres Ríos de La Unión

A muy temprana edad de mi juventud, desperté la pasión por la fotografía y con gran esfuerzo me compré una cámara llamada en aquel entonces Olimpus Pen, de medio cuadro, era especial para tomar fotografías de bautizos, primeras comuniones, bodas y otros eventos que antes eran de gran importancia el contar con un fotógrafo para tales ocasiones.

Estamos hablando de hace unos 53 años aproximadamente ya para mi era un ingreso adicional a mi salario.  Los domingos a temprana hora ya me encontraba en la puerta de la Iglesia esperando el evento y sorteando clientes, se tomaban las fotos, se revelaban en tiras de contacto, unos 3 a 8 días después se buscaba al cliente, se le mostraba para que escogiera las fotos de esas tiras, y se ordenaba la foto ya en tamaño normal que en aquel tiempo se le decían, “Tamaño Postal”, todo eso si, en blanco y negro, y la mejor foto para el cuadro era en tamaño 8×10 y algunas otras ampliaciones para los padrinos y abuelos.  Que bellos tiempos cuando las cámaras de rollo nos calentaban la cabeza desde que tomábamos las fotos y hasta entregarlas al cliente, satisfacción concluida, que no se velaban y se echaba todo a perder.  Una foto tamaño postal costaba 3 colones, y la ampliación 8×10 se cobran 15 colones, esto era cuando el dinero valía en verdad y todavía hoy 53 años después, veo en algunas casas esas fotografías en marco como el primer día, las reconozco porque siempre acostumbre a firmar mis fotos.

Pero aquí viene parte de las situaciones incómodas en algunos curas y hasta el mismo sacristán, que nunca controlaron su paciencia ni el nivel de la serenidad y comprensión, entendiendo que un bautizo, primera comunión o boda, las fotos son el mayor de los recuerdos y constancias de haberse realizado este sacramento y posteriormente la fiesta de invitados.  Algunos curas nos prohibían acercarse al altar, ni  menos a la pila bautismal, decían no queremos fotógrafos dentro de la iglesia mientras se realiza la ceremonia, “que pena que pensaran así”, porque nos agrupábamos muchos fotógrafos en aquel entonces y lo que comentábamos era el descontento que el párroco, jefe de la iglesia nos corriera así, y teníamos que agenciarnos algunos con lentes de largo alcance y la mayoría afuera en el jardín, o bien al terminar la ceremonia algunas fotos dentro de la iglesia pero ni captar podíamos los preciados momentos como; la comunión, bendición y otros actos que la  ceremonia implica. Que mal actuaron, y talvez seguirán actuando algunos jefes de la iglesia, sin entender que la historia y los hechos se demuestran con fotografías.

Pero llega el momento en que un párroco, además de entender de esta historia que repito, también conoce la emisión de que estos actos solo quedan en fotos para demostrar a las generaciones el cumplimiento de un mandamiento de la fe y la religión.  Un párroco que si sabe de serenidad y que también los fotógrafos estamos realizando un trabajo, que sea como sea es el sustento de muchos, y hoy día con los celulares, los padres de familia se satisfacen y ahorran el gasto de pagar por las fotos de ese momento en que su hijo (a), nieto (ta) etc., logra embellecer no solo su cuerpo con esas vestiduras angelicales, sino que su alma con recibir a Cristo en su vida, o bien cumplir con el sacramento del matrimonio o cualquiera que un buen parroquiano ejerce dentro de su credo.

El domingo 6 de mayo, fue un ejemplo y todo un aplauso al Padre Victor, como decimos a buen entender, “me quito el sombrero” ante lo que hizo con nosotros los fotógrafos y todos los que se acercaron a sus hijos, nietos u otros a tomarles las fotos de su primera comunión.

En el momento adecuado dijo:  A los fotógrafos y padres con celulares, no se  preocupen, todos tendrán su oportunidad, acérquense uno a uno de acuerdo sus hijos o clientes y se toman su tiempo, el que sea necesario, tengo el tiempo para esto, que increíble cuando lo escuche decir esto, no lo interrumpí con un saludo o apretón de manos, porque no era el momento, pero créalo que ganas no me faltaron, donde por muchos años, talvez mas de 35, fue victima del maltrato si a bien puedo extérnalo así, y no solo yo, sino que gran mayoría de fotógrafos que desempeñábamos nuestro trabajo.  Hoy día todos los curas de todas las iglesias deberían de tomar este ejemplo del padre Victor, no solo para plasmar esa emisión, sino que entiendan que la fotografía es historia, y lo que el padre Victor hace, no solo al permitir arrimarse, sino que dice a toda bondad, tranquilos, tengo el tiempo, nadie se quedará sin la fotografía de su anhelo.

Hoy muchos años después no ejerzo la fotografía comercial como fue mi inicio, en las iglesias, sobre todo, pero soy fotógrafo hasta mi fin, y trabajo en fotografía mas comercial, industrial y publicitaria, pero en resumen sigo siendo un beneficiado de es bondad que compartió el padre Victor el domingo que fui a tomarle fotografía a mi adorable nieta que estaba recibiendo el sacramento de la primera comunión.

Me tomo el abuso de mencionar el nombre de padre Victor, porque considero que el además de representante de la iglesia, también eso lo convierte en figura pública, y también me tomo el espacio para agradecer en nombre de todos los fotógrafos que tenemos esta iglesia como parte de su trabajo en las festividades como la realizada este pasado domingo.

La iglesia es un templo, donde con orden, respeto y disciplina, encontramos ahí el acercamiento a la comprensión y sobre todo cuando viene de momentos como el que señalo, donde el padre Victor el domingo no solo demostró a Dios todos estos niños y niñas ante su presencia de fe cristiana, sino que también demostró  la hermandad y capacidad intelectual de su profesión con su manera de enseñar que todo en la vida tiene un lugar, un momento y debe se penetrarse en la historia no solo de las familias sino en la historia de los pueblos.  Padre Victor, de corazón mi admiración por esa manera de tratarnos a los fotógrafos especialmente, siempre agradeceremos su actitud.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *