Cronista de la historia
Es un ferviente amante de la historia de nuestro cantón y país, al hablar denota el conocimiento que los años dan y la sabiduría que emana de sus labios nos confirma los años de estudio sobre nuestras raíces. Es Arnoldo Quesada Badilla.
Llega a Concepción el 18 de octubre de 1933 a la edad de 10 años, oriundo de Alajuelita, y al igual que su padre trabaja en las fincas de café vecinas.
Nos comentó Quesada que vino al distrito de Concepción hace muchos años cuando por doquier reinaban las matas de café y los callejones en la época según manifiesta que la maldad no se veía en los ojos de las personas. Sus años de juventud los ocupó al trabajo de finca, 37 años de duro trabajo en los cafetales, primero con la familia Terán en 1935, posteriormente labora en la finca la Bijagua. “Al llegar a esta finca hago amistad con la patrona y esta un día me lleva al Museo Nacional ya que ella era la Directora del Museo, me preguntó si quería trabajar ahí a lo que le conteste que sí” destacó.
Inicié a laborar en el Museo el 8 de julio de 1969, inicialmente como misceláneo, luego debido al conocimiento que sobre la historia adquirí, serví por algún tiempo de guía, mi conocimiento se da a base de lectura, hubo un tiempo en que leía siete horas diarias.
Mi pasatiempo aparte de recopilar datos históricos es escribir para lo que durante años he colaborado con varios periódicos y medios de comunicación alternativos, primero fue con un periodico católico denominado El Luchador, dirigido por el padre José Vicente Salazar de la Juventud Obrera Católica esto en el año 1950, luego debido a mi afición al futbol, cabe decir eso sí que al de canchas abiertas porque es en este que se ve las ganas y el amor al deporte, escribí crónicas deportivas, en el Museo circulaba un folleto de nombre El Torreón donde escribí sobre historia.
Posteriormente colaboré con Cartago en La Nación, el Periódico La Unión, Alajuelita y ahora con Crónicas de La Unión. “ Es necesario transmitir a los jóvenes cuales son nuestros orígenes, el porqué de nuestra identidad, cuando escribo además de recordar quiero dar a conocer un pasado que forjó nuestra actual identidad, cimiento de lo que somos” comentó.
Otro pasatiempo ha sido la lectura de la Revista Selecciones de Rider Digest, la cual colecciona desde 1950, cometa que la comenzó a comprar a 50 centavos, hoy vale 800 colones.
Los acontecimientos del terremoto de Cartago, los orígenes de Concepción, sus primeros habitantes, la primera escuela e iglesia, el detalle de su arquitectura, la historia del primer Beneficio de Concepción, la construcción del Seguro Social en Tres Ríos son algunos de los datos que maneja fluidamente don Arnoldo.
“ La base del conocimiento está en la lectura” les recomiendo a nuestros jóvenes leer mucho, así conocerán el porqué de las cosas.