Carlos Boschini
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Esta crónica es oportuna para indicarle a la población del Cantón de La Unión lo ocurrido en los primeros 100 días del nuevo gobierno local. Los miembros propietarios del Concejo Municipal desde el propio día de su instalación, dieron muestras de fraccionamiento. Dos bancadas constituidas por seis partidos políticos. Cada uno de los regidores electos ofreció su discurso empapado de sentimiento y aparente compromiso político que los llevó al puesto, no más que una repetición florida expresada en la campaña. Páginas y páginas de discursos dulcetes con buenas intensiones, colmados de frases hechas, versos, oraciones románticas y pretensiones de cambio con un rumbo en el quehacer individual según la visión personalísima de cada regidor. Solamente hubo un discurso concreto y prístino con la visión clara y enfocada de lo que el cantón necesita: un progreso sin distracciones afectivas o emocionales, apartada de la campaña política acaecida. Un único regidor con conocimiento de su rol y misión de servicio.
Cien días es poco tiempo para ver frutos reales de esta nueva administración, pero suficiente tiempo para marcar la ruta del desempeño político futuro. Observar la capacidad, y sobre todo la calidad del desempeño negociador, mostrar las cualidades propositivas individuales, colectivas y remarcar su rol futuro mediante las actitudes, aptitudes y virtudes políticas generatrices de progreso para el cantón.
Durante el nombramiento del presidente y vicepresidente del honorable Concejo, sin ninguna motivación de fondo, negociada días antes de forma improvisada contra del partido vencedor en la alcaldía. La elección se dio en términos simplistas: una división entre partidos nacionales versus agrupaciones nuevas cantonales constituidas por dirigentes inconformes y disidentes temporales. Posiblemente resentidos provenientes de partidos nacionales en su mayoría de sangre ex verde liberacionista y otros con pretensiones amarillo populista de nuevo cuño. Estos últimos ganaron los puestos de presidencia y vicepresidencia del Concejo Municipal, lo cual constituye dos tercios del Concejo. Sentados en la mesa principal, la ubicación de los regidores es totalmente apreciable: los dos bandos de frente al público, regidores suplentes y síndicos. En el ala izquierda de la mesa están los regidores de los partidos nacionales y a la derecha los regidores de los partidos cantonales con actitudes reaccionarias hacia la bancada del ala izquierda. Todo parece manifestar que la bancada de la derecha multipartidaria fue planificada para actuar en bloque. Las manifestaciones de irrespeto corporal, risas provocativas, desatención y de burla explícita se manifiestan cuando algún regidor representante de los partidos nacionales expone su punto de vista. Son vergonzosas sobre todo irrespetuosas y vulgares las actitudes mostradas por el bloque opositor. Los mejores testigos, que a la vez han llamado la atención sobre esas costumbres pueblerinas, han sido los regidores suplentes y síndicos observadores directos que con gran decoro lo han denunciado públicamente en las propias sesiones del Concejo Municipal. Estos regidores suplentes y síndicos merecen una felicitación por el concepto de respeto a la institucionalidad municipal otorgada por la Constitución Política y de urbanidad personal mostrada.
El grupo de oposición y reactivo de regidores tiene un integrante con colmillo que parece venir a menos en su liderazgo dentro de ese grupo. Este ha venido manifestando un mayor recato opositor y ha comenzado a desmarcarse del grupo mayoritario, viendo que sus compañeros neófitos compiten por un liderazgo etario, marcado por fisuras generacionales y con poco aporte sustantivo a la gestión institucional. En estas circunstancias, se plantean varias interrogantes: 1) Hacia dónde se encamina un lobo solitario? 2) Hacia dónde se encamina el bloque opositor Rescate Cantonal-Liberacionista – Alianza Demócrata Calderonista – Che Frente Amplio (ReCACaChe)? En este bloque político, el único partido estructurado ideológicamente y con una disciplina política leal al dictado superior, asesorado y supervisado en forma continua, es el partido Frente Amplio. Como Frente Amplio recoge y recluta adeptos opositores en puestos de poder político claves. En estos tiempos de incertidumbre, ante la falta de liderazgos democráticos constructivos sólidos, los líderes negativos tienen un terreno fértil. El Poder del regidor debe ser para construir y no debe ser utilizado para escribirlo con J de Joder.
El bloque ReCACaChe carece de una ideología o un propósito político común. Se agruparon en una misión sentimental y de resentimiento, carente de todo sentido racional. Parece ser una simple oposición a una administración liberacionista. Ese bloque nació para ganar la presidencia del Concejo; la ganó y la tiene en sus manos. En toda actividad que se emprende hay que tener metas, también hay una curva de aprendizaje. Se podría argumentar que son funcionarios públicos que se encuentran en esa etapa primeriza, pero debe tenerse en cuenta que aceptar que son neófitos en estas artes no se logra con un mal concepto de empoderamiento, lo que comúnmente se conoce en la calle como “una borrachera de poder”. Tampoco parece ser que es un asunto de falta de experiencia por edad, pues para el puesto es requisito ser mayor de edad y por tanto, legalmente responsables por los actos administrativos y jurídicos.
En solo 100 días, las sesiones del Concejo Municipal resultan divertidas. Unas veces cómicas y otras realmente angustiantes para el progreso cantonal. Nuestro Concejo en vez de conducirnos hacia un cantón ciudad se enfila hacia una villa con tres folclóricos ríos. Son tan frecuentes y tan peligrosos los yerros del Concejo como la toma de acuerdos carentes de legalidad y con posibles repercusiones que pondrían al gobierno local a enfrentar causas legales resarcitorias millonarias, que tendríamos que pagar finalmente los contribuyentes sin derecho a reclamo, empobreciendo las arcas municipales. Debiendo que pagar nosotros los habitantes pilaricos más impuestos de manera injustificada por acuerdos irracionales. Otro ejemplo es la injustificada oposición al envío del Plan Regulador al INVU para su trámite estipulado y aprobado por el Concejo Municipal anterior. En este caso, es necesario precisar que la causa principal radica en dudas infundadas, injustificadas e inverosímiles. En contra del acuerdo adoptado por nuevo Concejo Municipal para retrasarlo, se presentó un recurso de revisión extraordinario justificado en el vicio de nulidad establecido en la legislación municipal. La resolución del recurso indicado lo tiene engavetado la Comisión de Asuntos Jurídicos, presidido y conformado en mayoría por los regidores del bloque de oposición ReCACaChe. A 100 días de ejercicio, ningún miembro del grupo opositor ha conocido el documento del Plan Regulador, a disposición de todos ellos en la propia secretaría del Concejo. El trámite del Plan Regulador lo paralizó el Concejo, como dice nuestro pueblo, por “una falta de ignorancia”.
Como ciudadano del cantón, deseo solicitar a los dirigentes de los partidos que conforman el grupo de oposición dentro del Concejo Municipal que lleven al seno de esas organizaciones, la problemática política de sus regidores. Se evalúe el rol que han tenido y estudien la conveniencia de seguir por un camino errático para el desarrollo del cantón y analicen el ejercicio en la regiduría otorgada por los militantes respectivos. Como este grupo de regidores de oposición se conformó en el seno de los partidos políticos representados, con el fin de tomar la presidencia del Consejo Municipal, la meta fue cumplida y el resultado es totalmente insatisfactorio, infructífero, incorrecto, “desinteligente” y a toda luz perjudicial para el progreso del cantón. Es necesario rectificar. Por favor tomen en cuenta el dicho popular “burro que se enreda, burro que se ahorca”.