De la oposición a la proposición (2019)


• La realidad política de hoy exige no solo la necesidad del dialogo sincero sino de la toma de decisiones

Por: Leonardo Jiménez Campos

Se acerca  un nuevo periodo electoral y vemos con optimismo el futuro de nuestro cantón. Participarán en la contienda gente con capacidades diferentes una mezcla interesante de juventud, experiencia, servicio comunal y sobre todo: ganas de hacer la diferencia. Aún creemos que es posible.

La realidad actual exige que cada integrante del próximo Concejo Municipal y Administración asuma la responsabilidad que le compete, con respeto, con tolerancia, gente que se esfuerce cada día en dialogar y concretar acuerdos. Ser representantes populares de proposición y no de oposición. Al final, el objetivo debe ser siempre: el bienestar del colectivo, de las personas, de los ciudadanos, de las comunidades, del cantón como un todo del cual somos parte TODOS.

Gente que entienda, que entre la diversidad y las diferencias ideológicas o políticas debe prevalecer el interés colectivo. Los habitantes de La Unión no esperamos de nuestros gobernantes más que trabajo honesto, capacidad de dialogo, transparencia, tolerancia y firmeza en la toma de decisiones.

Hoy debemos enfrentar múltiples problemas, uno es el cómo solventar de manera inmediata el déficit presupuestario que heredarán las próximas autoridades municipales, sin duda un freno al desarrollo al que todos aspiramos.

Requerimos también, contar en el corto plazo con un Plan Regulador moderno que tutele nuestro desarrollo y haga acatar nuestra legislación, avasallada por la voraz expansión urbana y su amenaza a nuestro medio ambiente. ¡Estos son apenas!: dos temas entre muchos por atender.

Gobernar no es fácil, sin embargo de existir la voluntad y la convicción de hacer que las cosas sucedan es posible hacerlo. 

Para construir un Gobierno Local atento a las necesidades de su gente y que procura solventarlas, tanto la administración como el Concejo Municipal deben atender los problemas con la madurez, sensatez y celeridad que exige cada caso. 

Madurez, para dialogar sin importar banderas, edades, ni ideologías. Madurez y raciocinio para entender que tanto el Concejo Municipal como la administración son un todo y su accionar efectivo dependerá de la estrecha coordinación entre ambos. 

Madurez, para entender que en sus manos está el futuro y presente de nuestro cantón. No en las manos del Concejo Municipal, ni en las de la Administración, sino en las de ambos: partes de un todo.

Para lograrlo, si queremos lo mejor para el cantón de La Unión nada cuesta conversar, plantear y consensuar propuestas, analizarlas y ejecutarlas. Sin la mezquindad arcaica de las banderas o de los egos. Sobre todo debe prevalecer el interés o bienestar del cantón.

Nuestras comunidades exigen soluciones a sus problemas, nuestro cantón requiere definir un derrotero que asegure la sostenibilidad de nuestro desarrollo. Llegó la hora de gobernar para todos, pero la única manera de lograrlo será mutando de ser representantes de grupos, de ideologías o egos a ser gobernantes de proposición no de oposición. 

La voluntad de lograrlo está en todos. Lo pueden y deben hacer. Hagámoslo, al final todos seremos beneficiados o afectados con lo que se haga o deje de hacer.

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