- Una escuela, un parque, un puente, una antigua unidad sanitaria, más tres ermitas del cantón Mora, son los inmuebles reconocidos por decreto
El martes 25 de octubre el periódico oficial La Gaceta publicó la declaratoria de siete nuevos inmuebles declarados patrimonio histórico-arquitectónico del país.
Se trata de Escuela Delia Oviedo de Acuña, en Abangares; el parque Rafael Ángel Quesada Casal, de Turrialba; el puente sobre Río Torres, entre los Barrios Amón y Tournón de San José; y el Área Rectora de Salud de Santo Domingo de Heredia (antigua unidad sanitaria). Además, se incorporan las ermitas de las comunidades de Llano Grande, Picagres y Corralar; las tres ubicadas en el josefino cantón Mora.
Los estudios que desembocan en estas declaratorias fueron realizados entre 2020 y 2021 por profesionales en Historia y Arquitectura del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural. No obstante, luego de finalizados, continúan su trámite por varias instancias: primero, deben ser aprobados por la Comisión Nacional de Patrimonio Histórico-Arquitectónico, pasar al Despacho del Ministerio de Cultura y Juventud y a su Asesoría Jurídica, luego a Casa Presidencial para firmar y, finalmente, su publicación en La Gaceta.
Con este último paso, rige la protección del inmueble según la Ley 7555 Patrimonio Histórico-Arquitectónico de Costa Rica. Al estar de ahora en adelante protegidos por esta ley, se “prohíbe su demolición, o remodelación parcial o total, sin la autorización previa del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural”, rezan los decretos con el fin de proteger el tejido histórico de estas edificaciones.
“Para nuestra institución es una gran alegría ver culminado el proceso con siete declaratorias juntas, las que sumamos a tres más que obtuvimos a inicio de año. Es ver culminado el fuerzo de muchas personas, empezando por quienes, preocupados por la conservación de su patrimonio, solicitan las declaratorias de estos inmuebles. Realmente nos sentimos muy complacidos”, expresó Sully López Ruiz, directora del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural.
En La Gaceta N°203, del 25 de octubre de 2022, aparecen publicados los siguientes decretos. A manera de ejemplo, estas son algunas de las razones -ya que son varios considerandos en cada declaratoria-, por las que los inmuebles fueron reconocidos como Patrimonio Histórico-Arquitectónico del país.
Escuela Delia Oviedo de Acuña, Abangares “el inmueble mantiene un alto grado de autenticidad del diseño original y se conserva en buen estado. Se puede apreciar en la escuela diferentes momentos constructivos, y se mantiene prácticamente inalterada”. Decreto ejecutivo 43682-C.
Parque Rafael Ángel Quesada Casal de Turrialba “tiene un gran valor histórico porque junto con el quiosco, fue construido entre los años 1935-1937, los cuales son referencia histórica de la tendencia de la arquitectura pública de las primeras décadas del siglo XX; y localmente, ha sido el escenario cantonal de la mayoría de actividades y acontecimientos con la participación de la ciudadanía, pues es el centro cívico, cultural y religioso de Turrialba desde su creación hace casi nueve décadas”. Decreto ejecutivo 43683-C.
Puente sobre Río Torres, entre los Barrios de Amón y Tournón, San José, “es de valor histórico arquitectónico y de gran relevancia en el desarrollo económico de Costa Rica, por haber sido construido en la década de 1880 y haber formado parte de la Carretera a Carrillo, ruta indispensable para la exportación de café hacia Europa”. Decreto ejecutivo 43685-C.
Área Rectora de Salud de Santo Domingo de Heredia, Antigua Unidad Sanitaria, “representa el testimonio vivo de un estilo arquitectónico (se refiere al Art Decó) que en nuestro país se reinventó para potenciar el disfrute y el valor de uso de sectores sociales medios y populares que en otros países no tuvieron el mismo acceso a este tipo de edificaciones. Destaca el mérito de la Administración de don León Cortes, que no solo procuró el progreso y la modernización de la salud, sino que, también destinó recursos para la construcción de unos centros de atención con destacadas cualidades estéticas y cosmopolitas”. Decreto ejecutivo 43686-C.
Ermita de Llano Grande, Picagres, Mora, “fue construida en la década de 1950, posee un alto grado de integridad y representa para sus pobladores un hito muy relevante que debe preservarse”. Decreto ejecutivo 43687-C.
Ermita de Picagres, Mora, “posee una estructura en madera y recubrimiento externo en chapa metálica, con algunos rasgos del estilo victoriano y es un ejemplo de la arquitectura religiosa, que se edificó en muchos pueblos de la Costa Rica rural. Decreto ejecutivo 43688-C.
Ermita de Corralar, Tabarcia, Mora, “la construcción significó un esfuerzo de la comunidad para el acarreo de los materiales y la financiación de la obra, lo cual le confiere un valor simbólico y cultural muy importante”. Decreto ejecutivo 43684-C.