• Una alimentación balaceada, actividad física diaria, evitar el fumado y reducir el consumo de alcohol son claves para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
• CCSS invirtió alrededor de 8 400 millones de colones en medicamentos para la atención de pacientes con enfermedades cardiovasculares.
• 506 006 pacientes fueron a consulta, al menos una vez, por enfermedades cardiovasculares en las unidades institucionales.
Especialistas de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) hicieron un llamado a la vida, en el marco del Día Mundial del Corazón, el cual se conmemora cada 29 de setiembre, debido a que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de enfermedad y muerte en el mundo, además son las responsables de 1.6 millones de muertes anuales solo en la región de las Américas.
El doctor Jorge Chavarría Víquez, cardiólogo del hospital San Juan de Dios, informó que de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), cerca de seis mil personas en Costa Rica mueren al año por estas enfermedades, que en la mayoría de los casos son prevenibles.
Chavarría explicó que las enfermedades cardiovasculares son trastornos del corazón y de los vasos sanguíneos y pueden tener múltiples causas modificables, que tienen que ver con los hábitos diarios, y otras no son modificables, tal es el caso de la edad y la genética.
Por su parte la doctora Gabriela Castillo Chaves, jefa de cardiología del hospital Maximiliano Peralta Jiménez, en Cartago, hizo un llamado a las personas adultas, pues indicó que los malos hábitos inician desde la niñez y adolescencia, por lo que es necesario que las personas adultas sean ejemplo.
Tanto Chavarría como Castillo coincidieron en la necesidad de que las personas adquieran hábitos saludables de vida que les permitan reducir la posibilidad de padecer enfermedad cardiovascular tales como: realizar actividad física diaria, tener una alimentación balaceada, evitar el fumado y reducir el consumo del alcohol.
Entre tanto, Chavarría mencionó que también es necesario que las personas que padecen diabetes, hipertensión y otras patologías que son riesgo para la enfermedad cardiovascular lleven adecuadamente, junto a los hábitos saludables de vida, su tratamiento medicamentoso según las dosis prescriptas por el personal médico.
El doctor Daniel Quesada Chaves, cardiólogo del hospital San Vicente de Paul, aconsejó además que la alimentación de las personas sea rica en vegetales, verduras y frutas y que mínimo se realicen 300 minutos de actividad física suave a la semana o 150 minutos de actividad física fuerte a la semana.
Quesada además indicó que el riesgo de complicarse por el covid-19 en personas con enfermedades cardiovasculares es significativamente mayor, entonces las razones para el autocuidado son aún mayores en estos momentos de emergencia nacional.
Atención enfermedades cardiovasculares
Por otro lado, la doctora Dominic Guillén Femenias, de la comisión cardiovascular de la Gerencia Médica de la CCSS, informó que, en el 2019, la CCSS invirtió cerca de 8 461 millones de colones en medicamentos para la atención de las enfermedades cardiovasculares, y que para el 2020, esta inversión podría alcanzar los 9 040 millones de colones.
Además, en ese mismo año, de acuerdo con datos institucionales, un total de 560 006 pacientes fueron a consulta al menos una vez en el año a alguna de las áreas de salud u hospitales de la Caja, con un diagnóstico relacionado a enfermedad del sistema circulatorio. Se estima que, para el cierre del 2020, esta cifra se aproxime a los 685 352 pacientes.
Entre los esfuerzos de la CCSS están las clínicas de insuficiencia cardiaca que funcionan desde el 2016. Actualmente existen en los hospitales Maximiliano Peralta Jiménez, San Vicente de Paul, William Allen Taylor y Ciudad Neily.
El doctor Daniel Quesada Chaves, cardiólogo del hospital San Vicente de Paul, explicó que en este servicio para personas son insuficiencia cardiaca se da una valoración multidisciplinar con una consulta diferenciada, que tiene como objetivo optimizar el tratamiento para disminuir el riesgo de un evento cardiovascular. “Las clínicas están gestionadas por enfermería e intervienen otros profesionales en nutrición, psicología, endocrinología, geriatría y nefrología”.
De acuerdo con el especialista, para entrar al programa, los pacientes son referidos con diagnóstico e imágenes médicas. “Este programa tiene una duración de un año que incluye citas con su respectivo seguimiento hasta finalizar, luego son derivados a cardiología y al segundo o primer nivel de atención”.
Esta iniciativa, que ha beneficiado a más de 2 000 personas, trata de una atención que incluye educación al paciente y sus familiares, para que el paciente tome control de su enfermedad y pueda fortalecer el autocuidado.
Por otra parte, existen además las clínicas de rehabilitación cardiaca, las cuales también han permitido la detección tempana de las complicaciones de enfermedades cardiovasculares, han mejorado la adherencia y en gran medida la calidad de vida de los pacientes.
Estos programas están en los hospitales: Centro Nacional de Rehabilitación (CENARE), San Vicente de Paul, México, San Rafael, San Juan de Dios, Nacional de Geriatría y Gerontología y Rafael Ángel Calderón Guardia. Se realizan con alianza público-privada como con las universidades de Costa Rica y Nacional, así como con grupos comunales.
La doctora Guillén dijo que estos programas del segundo y tercer nivel de atención forman parte de las estrategias que se empezaron a implementar por acuerdo de la Junta Directiva de la CCSS en el 2015, en el abordaje de la enfermedad cardiovascular, orientada en fortalecer la promoción, prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de la enfermedad cardiovascular en la CCSS.
Guillén dijo que el caso del primer nivel se está fortaleciendo con capacitación a los médicos generales para aumentar su capacidad resolutiva y el control adecuado de las patologías que están incidiendo directamente en la cardiopatía isquémica y el grado de severidad que se está presentando para su atención en los centros de mayor complejidad. Se tienen programas de educación médica continúa en temas de diagnóstico, tratamiento y seguimiento de patologías como: diabetes mellitus, hipertensión arterial, dislipidemias, electrocardiografía, entre otros.