Toda persona en este mundo está llena de luz, ¿Por qué?, porque todos venimos de la Gran Luz, lo que nos hace seres espirituales encarcelados en un cuerpo físico, como solía sentenciarlo Platón.
Saquemos de nuestro cuerpo físico y mental toda duda que pueda conducirnos al mal. Hagámoslo en tres etapas: 1) cerremos mente a lo negativo, que es lo oscuro. 2) cerremos mente a la duda maliciosa, que es lo gris o nebuloso y 3) encontremos el meridiano, para que nos dé la luz vertical, que viene de lo Alto.
En otras palabras: “Hagamos lo que hace la luz solar, que inicia en el alba, luego coge fuerza a media mañana y llega a su máximo esplendor al medio día.
Por supuesto que hay épocas oscuras, como el crudo invierno de la desolación y la maledicencia que nos llena nuestro cielo hermoso de nubarrones; pero todo tiempo malo ha de pasar si lo aceptamos con verdadera resignación y sin perder la fe en que vendrán luego tiempos buenos. Entonces el verano terminará en el otoño y finalmente tendremos nuestra primavera llena de hermosos celajes, de floración y Luz Divina.
La Luz siempre está dentro de nosotros, entonces dejémosla brillar en los momentos de mayor oscuridad, propia de las vicisitudes de la vida.
Rafael Manzanares Benavides.