ARTICULO OPINION: LIC. JAVIER NARANJO VARGAS, cedula 106730214
Como lo anhelaba el prócer, y primer Jefe de Estado de Costa Rica (1825 a 1833), y benemérito de la patria (1848), en su discurso ante el Congreso (1828): “ Deseo que el Estado sea feliz por la paz, fuerte por la unión y que sus hijos corten cada día una espiga más y lloren una lágrima menos” Juan Mora Fernández.
Con fundamento al interés público por el desarrollo social y económico de las personas emprendedoras, y con la finalidad de impulsar el empleo y la formalidad de las personas emprendedoras organizadas como Micro, Pequeñas y Medianas empresas, se propone el Proyecto de Sociedades de Emprendimiento, un mecanismo jurídico específico para las personas emprendedoras, con el fin de otorgar de manera precisa un tipo de organización societaria, que responderá de manera eficaz a los retos que deben enfrentar en varios ámbitos de acción tanto privada como pública.
Hoy la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico), nos recomienda reducir el tamaño del sector informal de la economía, con acciones concretas, quitando obstáculos a empresas y trabajadores, especialmente bajar cargas fiscales y sociales, reducir tramitología. La encuesta Continua de Empleo (ECE ) indica que el primer trimestre el 2021 un 46.6%(4.027.607) de la población en edad de trabajar lo hace en la informalidad y el Ministerio de Hacienda reporta más 50 millones de impuestos que no se recaudan por ese factor.
Costa Rica ya destaca como un país de altos costos operativos y excesiva tramitología a resolver, o crecerán los números negativos; existen datos que esa informalidad en su mayoría golpea más a las personas emprendedores. Urge que se apliquen medidas inmediatas de orden operativo para el inicio de una empresa, desde aplicar el silencio positivo cuando no se resuelve a tiempo, y el uso de la declaración jurada para iniciar la empresa, en tanto se tramitan los permisos; acceso inmediato a gobierno digital y ventanillas únicas donde las propias Municipalidades y hasta Asociaciones de Desarrollo sean parte del proceso.
Una SOCIEDAD DE EMPRENDIMIENTO ya es Ley y acción común en países como México, Guatemala, Colombia y Panamá, este país la aprobó en diciembre del 2020. Más que crear un tipo de sociedad especial para Emprendedores, es acompañarla para que reciban incentivos socio económicos y educativos las personas que la integran; apoyos necesarios para el inicio de una actividad emprendedora sin mayores trabas ni costos, con plazos reducidos que le permita su desarrollo estable, dinámico y perdurable en el eco sistema emprendedor.
La creación de empresas emprendedoras en su mayoría son familiares, donde cada integrante aporta su esfuerzo mediante capital, equipos, trabajo propio, u otras habilidades. Al establecer necesariamente permisos y responsabilidades en una sola persona, trae consigo una dificultad operativa y de entendimiento, que terminan afectado la productividad y en un tiempo corto el cese de la actividad, por falta de una protección jurídica especial. En consecuencia los socios no tienen un mecanismo legal para resolver conflictos, recuperar aportes o adquirir ganancias generadas.
Es sabido que las personas emprendedoras se les dificulta más en su inicio y avance operativo empresarial, y las actuales sociedades mercantiles no se amoldan al sistema específico de confianza y apoyo institucional requerido, aunado a los altos costos de constitución, impuestos, controles regulatorios implementados para las actuales sociedades jurídicas, ajustadas más a complejas y grandes empresas. Razón que un alto porcentaje de emprendedores operen de manera informal o, sin un marco regulatorio u organizativo, lo que les resta respaldo del Estado, la empresa privada y financiero.
Es por ello vital, las herramientas de apoyo institucional, será eficaz para esta ley de Sociedad de emprendimiento, utilizar el sistema electrónico Digepyme del Ministerio de Economía de Costa Rica (MEIC) y sus Ventanillas de Emprendimiento, especiales para MIPYMES; lograr el acceso rápido en distintas oficinas del país, Registro Público, Municipalidades e Intendencias y además en línea todos conectados al MEIC. Con solo llenar un formulario del MEIC descargado en línea, llenarlo con los requisitos básicos, y reenviarlo al MEIC y este al Registro, se tendrá conformada la Sociedad de Emprendimiento de al menos cinco socios, y luego contará con los incentivos y disminución de plazos, para iniciar el negocio de manera ágil y eficaz.
La propia Ley que se propone sobre este tipo de sociedad, incentiva además del emprendimiento comercial, el apoyo al emprendimiento social y ambiental; y se motivan Ejes transversales esenciales y de inclusión social de nuestra sociedad: apoyo a mujeres emprendedoras, jóvenes, personas con capacidades disminuidas, adulto mayor y desempleados; de manera concomitante la responsabilidad ambiental, empresarial, asociativa pública y privada.
Mediante esta Ley de Sociedades de Emprendimiento, el Estado Costarricense cumplirá a cabalidad, con su metas estratégicas en las áreas de educación para el emprendimiento desde la primaria y por medio del INA y universidades e institutos técnicos públicos y privados, acceso al Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD) mediante financiamiento sin trabas, y por medio de avales que no observen historial, sino el proyecto emprendedor realizable, viable, factible; que resuelve situaciones de informalidad y desempleo, que es inclusivo y promueve un desarrollo nacional eficiente. Agregar que se fortalecerán áreas de articulación institucional, la innovación y desarrollo tecnológico.
Insto a la ciudadanía y a los medios de comunicación, a las diputadas y diputados y al gobierno, a apoyar e identificarse con esta causa tan urgente de proveer a las personas emprendedoras de mecanismos eficaces, ágiles y eficientes que hoy requieren los emprendedores, y así lo exigen la mismos organismos como la OCDE. Existen fuentes de apoyo que deben activarse, para resolver tanto el desempleo y la informalidad. La Sociedad de Emprendimiento es un mecanismo valioso, que se ajusta a la modernidad del sistema emprendedor, y que ha demostrado ser exitoso en otros países que se adelantaron a dotar a las personas emprendedoras de este Instituto jurídico específico a la Micro, pequeña y mediana empresa emprendedora.