Por Leonardo Jiménez Campos
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Durante las últimas semanas varios sectores de La Unión vivieron momentos de frustración al no contar con el vital líquido durante muchas horas.
Durante el día, fueron muchas las llamadas, mensajes y correos electrónicos para consultarnos la causa, durante la noche el grado de frustración aumentó…
En este caso la causa fue rupturas de tuberías e imprevistos por parte de las cuadrillas del ayuntamiento que ocasionaron que el corte del suministro se ampliara mucho más de lo previsto.
Sin embargo, lo que vivimos debe ser motivo de reflexión, estamos acostumbrados a contar con el líquido a toda hora y en todo momento. Esos días era normal ver platos sucios, servicios sanitarios malolientes, negocios cerrados -o en crisis- ante la carencia de agua. Amas de casa inhabilitadas de poder realizar sus quehaceres del hogar….
¿Qué haríamos si no contáramos más con nuestras principales fuentes de agua?
Nos hicimos esa pregunta…. Estudios realizados por especialistas han determinado que si no intervenimos YA la parte norte de la cuenca del río Tiribí en pocos años no contaríamos más con ese recurso.
La causa: la creciente contaminación por agroquímicos, erosión de los terrenos agrícolas y desechos vertidos al río en el sector de Rancho Redondo y río abajo. Sumada a la sobreexplotación del vital recurso para el riego de cultivos.
Una realidad que hoy la mayoría de la población no conoce y donde todos debemos aportar para que no ocurra. El Tiribí, ese fétido y sucio cuerpo de agua que atraviesa nuestro cantón provee de agua a más de 250 mil personas del GAM y nuestro cantón. El Tiribí es el principal proveedor de agua para los habitantes de La Unión.
Debemos actuar aplicando políticas claras y definidas de protección a esta y otras reservas acuíferas. Debemos desde ya, valorar la importancia y necesidad de contar con el líquido en nuestras casas, negocios o empresas….
Debemos desde ya pensar en la necesidad de dar un uso racional a este vital y estratégico recurso. Debemos desde ya invertir y convertir a nuestro acueducto en instrumento de desarrollo cantonal, con planificación y conocimiento de nuestra capacidad hídrica real.
Todo depende del uso de agua: nuestra vida, nuestro crecimiento y desarrollo y el de las futuras generaciones.
De no hacerlo, en pocos años del tubo solo saldrá mierda y nuestro cantón será un lugar donde estoy seguro no quisiéramos vivir….