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Tardes de oro encuadradas
en diáfanas nubes carmesí,
cielos de celeste pálido
languidecen ante mí.
Y entre toda esa magnificencia
Carpintera de mil amores
resaltan verdes colores
con tornasoles carmín,
Cuando el cielo llora en tu cumbre,
lágrimas de frescura ruedan
por tus laderas verdosas
destilando vida nueva,
Allá el Potrero de Los Pinos,
más abajo el de Amancio,
en el centro reinando bella
la famosa Piedra del Encanto,
Recortadas tus curvilíneas cumbres
en el infinito azul del cielo,
cuando con doradas saetas
muere el Apolo griego,
Graznidos de garzas blancas
de yigüirros y viudillas,
aullidos de los llamados congos,
ardillas y mapachines,
Perezosos de lento paso
zarigüeyas y zorrillos,
se ocultan rápidamente
del peligroso peregrino,
Entre la ondonada oscura
medio enterrada en la selva,
la avaricia del pirata
ocultó tesoro en piedra,
Leyenda del paso de Morgan,
o quizás de Barba Negra,
cada 31 de diciembre
el gallo canta su pena.
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J.BOZA
5/2023