Lance Armstrong, el Tour de Francia y el trabajo comunal (2009)

Pedro Soto Sánchez

Después de sufrir cáncer en los testículos, pulmones y cerebro, el ciclista estadounidense Lance Armstrong dejó su cama de enfermo para ganar 7 veces seguidas el campeonato de ciclismo más importante del mundo: el Tour de Francia. Hoy, después de tres años de haberse retirado, retornó a esta importante competencia y de acuerdo con los especialistas tiene la fuerza y la capacidad necesarias para volver a ganarlo.

¿Tiene la experiencia de Lance Armstrong algo que enseñarnos a quienes nos gusta participar en organizaciones de servicio y desarrollo social? He tenido la oportunidad de conocer diferentes materiales sobre su vida y trabajo, y ahí encontré algunas enseñanzas que deseo compartir:

1- Más allá de las palabras

Muchos pensaron que Lance no superaría su enfermedad pues se encontraba muy desarrollada. Sin embargo, a pesar de que él mismo pensó que no iba a salir de eso y de que vivió momentos difíciles y oscuros, después del impacto inicial se convenció de que sí recibía otra oportunidad no la iba a desperdiciar.

Cuando le diagnosticaron cáncer él sabía que tenía mucho en contra pero que haría un esfuerzo por derrotar su enfermedad. Las personas cercanas se dieron cuenta de que Lance tenía una gran fuerza y una determinación que iba más allá de las palabras.

2- Amar lo que hacemos

Luego de ser dado de alta, Lance regresó al ciclismo con buenas intenciones y lo que él creía era una motivación seria. Pero al no obtener los resultados esperados, se desmotivó y no terminaba las competencias en las que se inscribía. Se encontraba confundido y se sentía perdido, hasta que después de cierto tiempo se volvió a enamorar de lo que más le gustaba: correr y participar en competencias de bicicletas.

Cuentan que mientras entrenaba, había lluvia, hacía frío, pero él corría como nunca. En ese tiempo algo sucedía dentro de él y de nuevo se estaba comprometiendo con su trabajo.

Si no amamos lo que hacemos nunca lo haremos con excelencia.

3- Establecer metas y estrategias

Para quienes compiten en el tour de Francia la meta principal es ganarlo. Pero ¿Cómo ganarlo? ¿Ganando 4 o 5 etapas? ¿Estableciendo diferencias en las etapas de montaña? ¿En las contrareloj?, o ¿Con una ventaja de 5 o 7 minutos?

Si queremos ser exitosos debemos definir bien los objetivos y metas que deseamos conquistar. Debemos establecer estrategias y lograr que todos los miembros del equipo las entiendan y se comprometan con llevarla a cabo.

A la gente le gusta ser parte de los programas ganadores. Armstrong considera que lo importante es que a todos nos guste lo que hacemos y que lo hagamos con 100% de fuerza, 100% de confianza y 100% de diversión.

4- Trabajar en equipo

El ciclismo profesional es un deporte de equipo. Cada ciclista tiene un papel, hay un líder, hay 3 0 4 especialistas del terreno plano, 3 0 4 del montañoso y algunos competidores para terrenos de transición. Cada quién tiene que desempeñar bien su papel.

No solo se contratan los corredores más talentosos. Buscan y contratan gente que trabaje junta, que se conozca entre sí y que quiera sacrificarse por los demás y por el bien de la meta en común.

Pero también es importante reconocer el trabajo del equipo, darle reconocimiento a todos, motivarlos como lideres, amigos, apoyarlos y cuidarlos, porque él éxito del equipo depende del trabajo de todos.

5- Liderazgo positivo

Durante el tiempo en que ganó en 7 oportunidades el Tour de Francia, Lance Armstrong fue el líder y capitán de su equipo. Como líder ser caracterizó por ser directo, honesto, integro y preocupado por sus compañeros. Por eso la gente confiaba en él y lo respetaba.

El líder siempre debe poner el ejemplo, nunca le pide a la gente algo que él no estaría dispuesto a hacer y siempre debe ser la persona que trabaja más duro.

6- Establecer propósitos trascendentes

Para Lance siempre fue importante ganar el Tour. Pero después de superar el cáncer, el ayudar a los demás, sobre todo a las personas enfermas de cáncer se convirtió en su propósito trascendental. Por eso creó la Fundación Viviendo Fuerte (Live Strong), cuyo lema es “Luchar siempre, Soñar sin Límites, Vivir con Fuerza” y pasión.

¿Tiene la experiencia de Lance Armstrong algo que enseñarnos a quienes nos gusta participar en organizaciones de servicio y desarrollo social? Yo creo que sí ¿y usted?

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